Coronavirus, VIH, España... Las noticias del lunes

El desigual progreso en la lucha contra el sida ha hecho que no se cumplan los objetivos establecidos para 2020 y el coronavirus puede retrasar aún más las metas. La pandemia ha puesto en evidencia que la red de protección social en España está fallando a la gente. El Secretario General alerta de que los grupos terroristas pueden explotar las divisiones que está causando la COVID-19.
El desigual progreso en la lucha contra el sida ha hecho que no se cumplan los objetivos establecidos para 2020, según un nuevo informe de ONUSIDA. Como resultado, ha habido 3,5 millones infecciones de VIH adicionales y 820.000 personas más han muerto por causas relacionadas con el sida desde 2015. Las metas podrían retrasarse 10 años más si la pandemia de COVID-19 provoca graves interrupciones en los servicios contra el VIH.
El mundo está muy atrasado en la prevención de nuevas infecciones por VIH. Ha habido progresos en África Oriental y Meridional. Sin embargo, en Europa Oriental y Asia Central, se ha visto un aumento del 72% en las nuevas infecciones desde 2010. En América Latina, han crecido un 21%.
La pandemia de COVID-19 podría deteriorar aún más la respuesta. Según las cifras de la Organización Mundial de la Salud, 73 países ya han alertado de que se están quedado sin existencias de antirretrovirales. El informe asegura que en algunos países latinoamericanos los recursos, medicamentos, personal de salud y materiales para el VIH se están trasladando a la lucha contra la COVID-19.
La pandemia de coronavirus ha puesto en evidencia que la red de protección social en España, que era completamente inadecuada, está fallando a la gente, asegura el ex relator especial sobre pobreza extrema que ha publicado este lunes el informe sobre su visita oficial al país.
La adopción de un Ingreso Mínimo Vital a nivel nacional tiene una gran importancia simbólica, pero es solo la primera de muchas medidas que deberían tomarse con urgencia, dice Philip Alston que en su visita a España a principios de año encontró “niveles aterradores de pobreza y exclusión, políticas gubernamentales que no llegan a las personas que necesitan apoyo y niveles escandalosamente altos de desigualdad”.
“La pobreza en España está anclada en un sistema de protección social que está roto e insuficientemente financiado”, dijo Alston. “El COVID-19 ha arrojado luz sobre las graves deficiencias en las políticas del gobierno central y las comunidades autónomas, con millones de personas que no pueden trabajar sufriendo por retrasos en el pago de prestaciones, problemas técnicos y una asistencia inadecuada”.
“Afortunadamente”, añade, el gobierno ha reaccionado a la pandemia con una serie de iniciativas positivas que suponen “una gran mejora con respecto a la respuesta a la última recesión, con la que se enquistó la pobreza y que llevó a una explosión de desigualdad”.
“Pero estas reformas a la red de protección social no lograrán mucho sin una acción significativa para abordar la crisis de la vivienda.
El Secretario General alerta de que los grupos terroristas pueden explotar las divisiones que está causando la pandemia de coronavirus.
António Guterres reconoce que es “demasiado pronto” para valorar las implicaciones que tendrá la COVID19 en el terrorismo. “Pero sabemos que ISIS, Al Qaeda y sus afiliados regionales - al igual que los grupos neo-Nazis, los supremacistas blancos y otros grupos que fomentan el odio – buscan explotar las divisiones, los conflictos locales, los fallos de los Gobiernos y las quejas de la población para lograr sus objetivos”, sostiene.
Guterres añade que la pandemia ha puesto de manifiesto lo vulnerables que somos ante nuevas formas de terrorismo como los ciberataques y el bioterrorismo. Para combatirlas, el Secretario General apela al “poder del multilateralismo”.
Y en la República Democrática del Congo el grupo armado conocido como Fuerzas Democráticas Aliadas ha matado a más de 1000 personas y ha dejado decenas de heridos en ataques que podrían constituir crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, según una investigación de la ONU.
Este grupo, activo desde hace más de tres décadas, ha intensificado sus ataques en los últimos meses y ha expandido su área de acción en el este del país.
Un informe de la oficina de derechos humanos asegura que están cometiendo abusos contra civiles “sistemáticos y brutales”, atacando pueblos con metralletas, machetes y cuchillos. A menudo queman pueblos enteros, destruyen centros de salud y escuelas y secuestran y reclutan a hombres, mujeres y niños.