El retorno de millones de migrantes por el coronavirus puede provocar una nueva crisis en sus propias naciones

Trabajadores en una fábrica de zapatos en Etiopía.
Lin Qi
Trabajadores en una fábrica de zapatos en Etiopía.

El retorno de millones de migrantes por el coronavirus puede provocar una nueva crisis en sus propias naciones

Migrantes y refugiados

La Organización Internacional del Trabajo advierte sobre “un impacto social y económico potencialmente grave” si los migrantes regresan a sus países de origen en un breve periodo de tiempo y no reciben ayudas para su reintegración o quedan apartados de las medidas de protección social. No obstante, su vuelta puede tener un aspecto positivo ya que tienen competencias o talentos que pueden ayudar a la recuperación de sus economías. 

Decenas de millones de trabajadores migrantes que han perdido su empleo durante la pandemia del coronavirus y se ven forzados a regresar a sus hogares se enfrentan a una nueva amenaza: el desempleo y la pobreza en sus países de origen. 

La Organización Internacional del Trabajo advertía este miércoles sobre esta delicada circunstancia que pone en situación de alerta a los Gobiernos, especialmente en Asia y en África, ante la posibilidad de que millones de trabajadores migrantes regresen a sus hogares en países de ingresos bajos y medianos, donde la situación de los mercados laborales ya era frágil antes del inicio del brote de la COVID-19.

Asimismo, también preocupa la falta de protección social y los escasos recursos materiales de los migrantes atrapados en los países de acogida que les impide la compra de alimentos o alojamiento, o la falta de distanciamiento social si viven en espacios reducidos.

La directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la Organización, Manuela Tomei calificaba la situación como “una crisis potencial dentro de otra crisis” y explicaba que el regreso de estas personas se produce “en países que ya están lidiando con una economía débil y un desempleo creciente”, por lo que considera que “la cooperación y la planificación son fundamentales para evitar una crisis peor”.

Limitada capacidad de reintegración

El organismo de la ONU calcula que hay 164 millones de trabajadores migrantes repartidos por todo en todo el mundo, casi la mitad de ellos mujeres, y que representan el 4,7% de la fuerza de trabajo mundial. Pese a que no se espera el retorno de todos, las investigaciones de la Organización en más de veinte países prevén que “muchos millones” volverán a sus hogares.

Una de las principales preocupaciones del Organización es la limitada capacidad de estos países para reintegrar a un elevado número de personas y que “a menudo no cuentan con políticas y sistemas que garanticen una gobernanza eficaz de la migración laboral y planes de reincorporación sin tropiezos, incluso para el perfeccionamiento y el reconocimiento de las competencias laborales”.

Los análisis de la Organización alertan sobre “un impacto social y económico potencialmente grave” si los migrantes regresan a sus países de origen en un “lapso de breve de tiempo” y si no reciben ayudas para su reintegración en el mercado laboral o se les excluye de las medidas de protección social.

Factores positivos del retorno

Pese a estas consecuencias, también se indica que el regreso de estas personas tiene su lado positivo ya que traen consigo competencias o talentos que pueden servir de ayuda en la recuperación de las economías de sus países de origen.

Sin embargo, se advierte que “la clave para liberar este potencial es el establecimiento de sistemas de retorno y reintegración ordenados y basados en los derechos, el acceso a la protección social y el reconocimiento adecuado de las calificaciones”.  

Además, estiman que las ayudas a la reintegración servirán para reducir las tensiones en las comunidades donde se teme que los migrantes sean portadores del virus o se les percibe como una amenaza por la posible competencia con los trabajadores locales.

La responsable del Departamento de Migración Laboral de la Organización Internacional del Trabajo, Michelle Leighton, explicó los beneficios que comporta el regreso de estas personas si se adoptan las medidas adecuadas.

“Estos migrantes traerán consigo talentos y nuevas competencias laborales, y en algunos casos capital, que podrán dar apoyo a los esfuerzos que se realicen en sus países de origen con miras a una mejor recuperación. Debemos ayudar a estos países a aprovechar la oportunidad.”