Las restricciones al comercio por el coronavirus no deben afectar nuestros alimentos

Las estanter'ias de muchos supermercados en la ciudad de Nueva York están vacías después de que la ciudad declarase el estado de emergencia debido al coronavirus y la gente se haya preparado para evitar el coronavirus.
ONU / Beatriz Barral
Las estanter'ias de muchos supermercados en la ciudad de Nueva York están vacías después de que la ciudad declarase el estado de emergencia debido al coronavirus y la gente se haya preparado para evitar el coronavirus.

Las restricciones al comercio por el coronavirus no deben afectar nuestros alimentos

Asuntos económicos

Expertos advierten que posibles medidas de comercio por el coronavirus COVID-19, pueden dar lugar a un mayor desperdicio de alimentos, y piden que no interrumpan la cadena de suministro, que afectaría a los más vulnerables. Las restricciones de exportación podrían causar una subida de precios a largo plazo.  

Millones de personas en todo el mundo dependen del comercio internacional para obtener sus alimentos y sus medios de vida, y las medidas contra la pandemia del coronavirus deben tener esto en cuenta, advirtieron los líderes de las agencias de salud y alimentación de las Naciones Unidas, junto a la Organización Mundial del Comercio.

“A medida que los países avanzan en la adopción de medidas destinadas a detener la expansión de la pandemia del COVID-19, debe tenerse cuidado de reducir al mínimo las posibles repercusiones en el suministro de alimentos o las consecuencias imprevistas en el comercio mundial y la seguridad alimentaria”, expresaron en un comunicado conjunto Qu Dongyu, Tedros Adhanom Gebreyesus y Roberto Azevedo.

Los funcionarios aseguraron que los países deben garantizar que ninguna medida relacionada con el comercio interrumpa la cadena de suministro de alimentos. 

“Esas perturbaciones, que incluyen limitar la circulación de los trabajadores de la industria agrícola y alimentaria, y aumentar los retrasos en las fronteras para los contenedores con alimentos, dan lugar al deterioro de los productos perecederos y al aumento del desperdicio de alimentos. Las restricciones al comercio de alimentos también podrían estar vinculadas a preocupaciones injustificadas sobre la inocuidad alimentaria”, dijeron los expertos.

Según ellos, si se llegara a materializar esa hipótesis, se interrumpiría la cadena de suministro de alimentos, con consecuencias especialmente acusadas para las poblaciones más vulnerables y que padecen mayor inseguridad alimentaria.

[Descarga nuestra aplicación Noticias ONU para IOS o Android. O subscríbete a nuestro boletín.]

Alimentos en un mercado.
FAO/Rhodri Jones
Alimentos en un mercado.

Dongyu, Tedros y Azevedo agrega que la incertidumbre sobre la disponibilidad de alimentos puede desencadenar una ola de restricciones a la exportación, generando escasez en el mercado mundial. Esas reacciones pueden alterar el equilibrio entre la oferta y la demanda de alimentos, dando lugar a picos de precios y a una mayor volatilidad de estos. 

“Hemos aprendido de crisis anteriores que esas medidas son muy perjudiciales para los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, así como para los esfuerzos de las organizaciones humanitarias para adquirir alimentos destinados a quienes los necesitan de manera desesperada”, afirmaron.

Los expertos piden que se impidan esas medidas perjudiciales: “En momentos como éste es cuando más se necesita la cooperación internacional. En un contexto de confinamientos provocados por el COVID-19, hay que hacer todo lo posible para asegurar que el comercio fluya tan libremente como sea permisible, sobre todo para evitar la escasez de alimentos”.

Proteger a los agricultores y consumidores

Del mismo modo, afirman, es fundamental proteger a los productores de alimentos y a los trabajadores del sector alimentario en el ámbito de la elaboración y la venta al por menor, a fin de reducir al mínimo la propagación de la enfermedad dentro de este sector y mantener las cadenas de suministro alimentario. Los consumidores -en especial los más vulnerables- deben seguir pudiendo acceder a los alimentos dentro de sus comunidades bajo estrictos requisitos de inocuidad. 

“También debemos asegurarnos de que la información de las medidas sobre el comercio, los niveles de producción, consumo y existencias de alimentos -así como los precios-, esté disponible para todos en tiempo real. Esto reduce la incertidumbre y permite a los productores, consumidores y comerciantes tomar decisiones informadas. Sobre todo, ayuda a contener el pánico en las compras y el acaparamiento de alimentos y otros artículos esenciales”, afirmaron.

Los líderes reiteraron el llamado del Secretario General de la ONU, diciendo que ahora es el momento de mostrar solidaridad, actuar con responsabilidad y sumarse a nuestro objetivo común de incrementar la seguridad y la inocuidad alimentarias y la nutrición y mejorar el bienestar general de la población de todo el mundo. 

“Debemos garantizar que nuestra respuesta al COVID-19 no cause involuntariamente una escasez injustificada de artículos esenciales y agrave el hambre y la malnutrición”, concluyeron.