Día Mundial de la Tuberculosis: Hay que actuar de inmediato para detener la enfermedad infecciosa más letal del mundo

Una refugiada somalí a la que se le diagnosticó tuberculosis en 2017 muestra una radiografía de tórax en un campamento de Djibouti donde vive con su familia.
PNUD/Aurélia Rusek
Una refugiada somalí a la que se le diagnosticó tuberculosis en 2017 muestra una radiografía de tórax en un campamento de Djibouti donde vive con su familia.

Día Mundial de la Tuberculosis: Hay que actuar de inmediato para detener la enfermedad infecciosa más letal del mundo

Salud

Una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis y, aunque no enferman ni contagian, tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad, en particular las personas con un sistema inmunitario debilitado. Diez millones de personas en todo el mundo padecieron la enfermedad en2018, de las que un millón medio y medio fallecieron.

La Organización Mundial de la Salud ha publicado este martes una nueva serie de indicaciones a nivel de país que buscan impedir que las personas infectadas por la tuberculosis desarrollen esa enfermedad a través de un tratamiento preventivo.

El lanzamiento de estas normas coincide con la conmemoración del Día Mundial de la Tuberculosis que se celebra cada 24 de marzo. La efeméride se debe a que en el año 1882 el doctor Robert Koch anunció el descubrimiento de la bacteria que causa este padecimiento, abriendo el camino hacia el diagnóstico y la cura.

La Organización Mundial de la Salud calcula que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis y, aunque no enferman ni contagian, tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad, en particular las personas con un sistema inmunitario debilitado.

El tratamiento preventivo que propone la Organización Mundial de la Salud tiene una doble vertiente: protegerles del padecimiento y disminuir el riesgo de transmisión comunitaria, teniendo en cuenta que la tuberculosis es la enfermedad infecciosa más letal del mundo.

Prueba de ello es que diez millones de personas en todo el mundo padecieron la enfermedad durante 2018 y que un millón medio y medio fallecieron.

La importancia de derrotar a la tuberculosis

En un apunte de rabiosa actualidad, el director general de la Organización, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó que, por ejemplo, el coronavirus COVID-19 nos enseña en qué medida "pueden ser vulnerables las personas con enfermedades pulmonares y sistemas inmunitarios debilitados".

Al mismo tiempo, aprovechó el Día Mundial para recordar el compromiso global para derrotarla por completo al indicar que "el mundo se ha comprometido a acabar con la tuberculosis para 2030; mejorar la prevención es la clave para que esto ocurra. Es necesario que millones de personas puedan recibir tratamiento preventivo contra la tuberculosis para detener la aparición de la enfermedad, evitar sufrimientos y salvar vidas".

Sin embargo, la OMS destaca que, pese a algunos avances, se ha prestado poca atención a los objetivos fijados en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la enfermedad celebrado en 2018.

Con esa realidad de fondo, la OMS llamó a los Gobiernos, a las comunidades afectadas y a las organizaciones de la sociedad civil, entre otras partes, a unir sus fuerzas y aumentar la respuesta a la tuberculosis, en particular con el tratamiento preventivo de la enfermedad, asegurándose "que nadie se quede atrás".

"Las nuevas orientaciones de la OMS muestran el camino a seguir para que millones de personas puedan acceder rápidamente a nuevos instrumentos y a opciones más cortas y seguras para el tratamiento preventivo. El momento de actuar es ahora", asegura la directora del Programa Mundial contra la Tuberculosis de la Organización.

Esta inmediatez queda reflejada en el lema que la Organización escogió para la conmemoración del Día este 2020: "Ya es hora".

Orientaciones propuestas por la OMS:

  • Ampliar la aplicación del tratamiento preventivo de la tuberculosis entre las poblaciones de mayor riesgo, como los contactos domésticos de los pacientes con tuberculosis, las personas con VIH y otras personas en situación de riesgo por tener una inmunidad «reducida» o vivir en condiciones de hacinamiento.
  • Integrar los servicios de tratamiento preventivo de la enfermedad en las actividades actuales de detección de casos de tuberculosis activa. Se recomienda que todos los contactos domésticos de los pacientes con tuberculosis y las personas con VIH se sometan a pruebas de detección de la tuberculosis activa. Si esta se descarta, se debe iniciar el tratamiento preventivo.
  • Efectuar una prueba cutánea de la tuberculina o un análisis de liberación de interferón gamma (IGRA, por sus siglas en inglés) para detectar la infección por tuberculosis. Ambas pruebas son útiles para detectar a las personas que tienen más probabilidades de beneficiarse del tratamiento preventivo de la enfermedad, pero no deben convertirse en una barrera para ampliar el acceso. La prueba de la infección por tuberculosis no es necesaria antes de iniciar el tratamiento preventivo en personas con VIH y en niños menores de cinco años que estén en contacto con personas con tuberculosis activa.
  • Opciones nuevas y más cortas de tratamiento preventivo, además de la muy utilizada profilaxis diaria con isoniazida durante seis meses. Las alternativas más cortas que se recomiendan actualmente incluyen la administración diaria de rifapentina en combinación con isoniazida durante un mes; la administración semanal de rifapentina en combinación con isoniazida durante tres meses; la administración diaria de rifampicina en combinación con isoniazida durante tres meses; o la administración diaria de rifampicina durante cuatro meses.

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud ha publicado una guía dedicada al personal sanitario y las autoridades para garantizar la continuidad de servicios esenciales para las personas afectadas con tuberculosis durante la pandemia del COVID-19.