La violencia en el Sahel provocará que cinco millones de niños necesiten ayuda

Niños jugando en un pozo de agua cerca de la ciudad de Kaya en el norte de Burkina Faso.
OCHA/Giles Clarke
Niños jugando en un pozo de agua cerca de la ciudad de Kaya en el norte de Burkina Faso.

La violencia en el Sahel provocará que cinco millones de niños necesiten ayuda

Ayuda humanitaria

Desde el pasado mes de julio tanto la región de África occidental como el Sahel experimentaron un aumento devastador de ataques terroristas contra objetivos civiles y militares que provocaron una serie de consecuencias humanitarias alarmantes. UNICEF asegura que los niños precisan apoyo y protección urgente y llama a las partes en conflicto a detener los ataques contra ellos.

El aumento de la violencia contra los menores en la parte central de la región africana del Sahel en los últimos seis meses provocará que cerca de cinco millones de niños precisen asistencia humanitaria durante este año, según las previsiones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Solo en la zona centro del Sahel, más de 709.000 niños y niñas menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda grave y requerirán tratamientos para salvarles las vidas.

UNICEF atribuye el posible aumento de las agresiones contra menores en Burkina Faso, Mali y Níger a un incremento de actos violentos entre los que se incluyen ataques , secuestros y reclutamiento por parte de grupos armados.

Las cifras no mienten

Como ejemplo, esta agencia destacó que en Mali los graves abusos contra niños y niñas crecieron de los 386 en 2017 a los 571 durante los tres primeros trimestres de 2019.

A esta cifra, hay que añadirle los más de 670.000 menores en la región que se vieron obligados a abandonar sus hogares debido al conflicto armado y la inseguridad desde inicios del año pasado.

Llamada a detener los ataques

Marie-Pierre Poirier, directora regional de UNICEF para África occidental y central, destacó la escalada de la violencia y denunció que “se les está asesinando, mutilando y abusando sexualmente de ellos, y cientos de miles de ellos han tenido experiencias traumáticas”.

Poirer añadió que los niños precisan apoyo y protección urgentemente y llamó a los Gobiernos, las fuerzas armadas, los grupos armados no estatales y otras partes en conflicto a finalizar los ataques contra los menores.

Del mismo modo, pidió disponer de acceso seguro a todos los niños afectados, “de acuerdo con los principios humanitarios”, e instó a proteger y facilitar todos los servicios sociales ya que “se trata de una piedra angular de la cohesión social y contribuye a la prevención de los conflictos".

Educación y alimentación en riesgo

Una de estas piedras angulares, la educación, sigue sufriendo devastadoras consecuencias. Así, más de 3300 escuelas de las tres naciones africanas estaban cerradas o no operativas debido a la violencia afectando a 650.000 niños y 16.000 maestros.

A esta complicada situación, hay que añadirle la inseguridad y los desplazamientos que dificultan el acceso de las familias a los servicios esenciales y a los suministros alimentarios.

Un factor adicional para tener en cuenta es la disminución del acceso al agua potable. En Burkina Faso se redujo en un 10% entre 2018 y 2019 en las zonas donde los desplazados internos representan más de una quinta parte de la población. Algunas zonas experimentaron una disminución de hasta un 40%.

El llamado de respuesta humanitaria 2020 de UNICEF para los países del Sahel Central asciende a 208 millones de dólares.