Carlos Alvarado Quesada, presidente de Costa Rica, participa en un evento de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Si tomamos la decisión equivocada no habrá futuro: Carlos Alvarado Quesada

ONU / Ariana Lindquist
Carlos Alvarado Quesada, presidente de Costa Rica, participa en un evento de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Si tomamos la decisión equivocada no habrá futuro: Carlos Alvarado Quesada

Cambio climático y medioambiente

El presidente de Costa Rica, país que recibe este año el máximo reconocimiento de las Naciones Unidas en materia de medio ambiente, conversó con Noticias ONU sobre la importancia de la lucha contra el cambio climático y de tomar decisiones que aseguren el futuro a las nuevas generaciones.

¿Es posible que un país pueda sostener su economía con electricidad 99% renovable?, ¿que un país tropical que tuvo el índice más alto de deforestación en el mundo logre en 20 años detener y revertir ese proceso? ¿lograr crecimiento y bienestar económico al mismo tiempo que se invierte en la naturaleza? Esas fueron las preguntas que trajo el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, a a los demás líderes mundiales el día de la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas.

El presidente también trajo las respuestas, acompañadas de ejemplos, como el Plan de Descarbonización que ahora mismo lleva a cabo su país y que busca lograr cero emisiones netas para 2050. “Hoy yo quiero decirles categóricamente que la respuesta es sí, sí es posible porque Costa Rica siendo un país de renta media. Lo ha hecho. No hay excusa para que países con más recursos y más posibilidades no lo hagan”, dijo.

Quesada explicó que su país ha tomado una serie de acciones concretas que incluyen extender hasta el año 2050 una moratoria para mantener los combustibles fósiles en el subsuelo donde pertenecen, “no exploración, no explotación”, dijo.

También se ha creado una ley de incentivos para la movilidad eléctrica con la que se han quitado los impuestos a los vehículos que funcionen con esta tecnología, y en el sistema de transporte público se ha apostado a que el 30% sea cero emisiones para 2035. En el último año, además, se ha dotado de una infraestructura de recarga a todo el territorio nacional y la flota vehicular eléctrica ha crecido en un 500%.

Otro de los pasos que ha tomado Costa Rica es movilizar más de 30 millones de dólares anuales derivados de impuestos a los combustibles fósiles para invertirlos en la naturaleza, principalmente en los bosques. El país quiere llegar a una cobertura forestal del 60% para el 2030, ahora se encuentra en un 52%. Además, en los últimos diez años el país ha invertido más de 5000 millones de dólares en infraestructura para garantizar producción de energía renovable hidroeléctrica, eólica, o geotérmica

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Una labor que los ha hecho “Campeones de la Tierra”

Todos estos pasos, y el papel innovador de Costa Rica por muchos años en la promoción de tecnologías limpias y la sostenibilidad, les ha hecho acreedores del Premio Campeones de la Tierra del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el máximo galardón ambiental de la ONU.

El país es reconocido por su liderazgo político junto a “Fridays for Future” el movimiento estudiantil inspirado por la joven activista Greta Thunberg; “Ant Forest”, una iniciativa que ha logrado reforestar 112.000 hectáreas en China; la científica y profesora Katharine Hayhoe, cuyas investigaciones han logrado enriquecer la política climática y federal en Estados Unidos y otros países; y la compañía Patagonia, galardonada por una combinación dinámica de políticas que han puesto la sostenibilidad en el corazón de su modelo de negocio.

Carlos Alvarado Quesada conversó con Noticias ONU sobre lo que significa el premio y sobre la importancia de la lucha climática.

¿Qué significa para Costa Rica este premio?

A mí me complace mucho que el reconocimiento sea para el país como tal porque lo es para muchas personas, de muchas generaciones, de distintos momentos, lo es para hombres y para mujeres, lo es para las personas en las áreas rurales que han trabajado por la reforestación o por la agricultura sostenible como lo es para las personas en las ciudades o en las plantas eléctricas que han trabajado para tener energía limpia y renovable. Es para todas las personas, lo es para los ciudadanos que son contribuyentes con sus impuestos, o los votantes que han votado por gobiernos que han optado por esta ruta.

Es un premio para todos y para todas y un reconocimiento de un legado, pero también de un presente, porque hoy también conscientes y consistentes con ese legado, hemos decidido dar el siguiente paso y el siguiente paso no es repetir lo mismo. El siguiente paso es llevarlo al siguiente nivel. Lo que hemos hecho en nuestra administración es generar un Plan de Descarbonización que empieza ya y busca materializarse finalmente en el 2050 pero eso será el cierre. En el 2050 lo que pasará es que ya no seremos dependientes de los combustibles fósiles y seremos emisiones cero de manera neta. Pero para llegar a ese gran objetivo no podemos empezar en el año 2049 y conseguirlo en el año 2050. Es un proceso de transformación, un proceso que tiene una transformación justa. No es para dejar a personas sin empleo sino para transitar a mejores empleos, a un ambiente más sano a un país de más esperanza y un mundo de más esperanza.

El presidente de la República de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada,se dirige a la 74ª sesión del Debate General de la Asamblea General de las Naciones Unidas. (25 de septiembre de 2019)
ONU/Cia Pak
El presidente de la República de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada,se dirige a la 74ª sesión del Debate General de la Asamblea General de las Naciones Unidas. (25 de septiembre de 2019)

¿Por qué cree que no hay excusas para que otros países sigan el ejemplo de Costa Rica?

Porque hay ejemplos concretos de cómo se puede tener modelos sostenibles tanto de transporte, de generación de energía limpia y renovable, de agricultura. La gran duda que se genera es que estamos no solo hablando del ambiente sino de transformar las economías y cuando uno habla de transformar la economía, el propio mercado a veces entra en duda. Todo lo que suene a transformación y sea incierto, la teoría dice que no es bueno para la confianza, pero también la propia teoría del mercado dice que la disrupción y la innovación es lo mejor que le puede pasar a una economía, y si esta disrupción y si esta innovación va de la mano con la sostenibilidad ambiental es lo mejor que le puede pasar al mundo.

Hoy tenemos un dilema de tiempos. Estamos en el presente, muy preocupados por el presente, pero lo que hagamos hoy define qué va a pasar en el futuro. Si hoy tomamos las decisiones equivocadas puede que no haya futuro o puede que sí haya un futuro mejor. La decisión que tomemos hoy tiene que ver también no sólo con la vida en el futuro sino con el negocio del futuro. Si alguien quisiera verlo desde un punto de vista económico, si hoy no tomamos buenas decisiones no habrá ese mediano plazo del que hablaba Keynes, porque en el mediano plazo en el largo plazo todos estaremos muertos. Ahí literalmente todos como humanidad lo estaremos y no sólo como generación. Ese es el dilema que estamos viviendo. Pero sí podemos tener disrupción sostenible y con crecimiento y bienestar para la gente, son eso las soluciones por las cuales tenemos que apostar.

¿Cómo Costa Rica llego a tener el 99% de su energía eléctrica renovable?

Eso fue porque se tomaron decisiones décadas atrás. Décadas atrás se apostó por un modelo de generación hidroeléctrica mayoritariamente pero también de energías limpias como la eólica o la geotérmica con el calor de la tierra y los volcanes también para movilizar la energía. Fueron decisiones en el pasado que hoy estamos capitalizando. Entonces como dice un proverbio: el mejor tiempo para plantar un árbol fue hace 20 años. Pero el mejor tiempo para empezar a hacerlo es hoy. Por eso tenemos que tomar esas decisiones, que son valientes porque muchas veces van contracorriente para poder disfrutarlas o que las disfruten las futuras generaciones y usar todo el poder de la innovación, todo el poder de la tecnología, de la cooperación internacional, y del financiamiento para hacerlo realidad. Creo que tenemos que entender que es una discusión de ahora, pero si no tomamos la decisión correcta ahora no hay futuro. Es tan fácil como eso.

Pájaro de brillante de corona verde en un bosque en Costa Rica.
UNEP GRID Arendal/Peter Prokosch
Pájaro de brillante de corona verde en un bosque en Costa Rica.

¿Qué le diría usted a las personas que todavía dudan que el cambio climático no es un problema?

Que piensen en sus nietos y nietas, que piensen en sus hijos o sus hijas pequeñas y pequeños, porque tal vez incluso yo creo que a nosotros sí nos tocará verlo, pero ya estando muy mayores. Pero si no tomamos las decisiones correctas hoy a la futura generación a los que son hoy adolescentes, o niños y niñas, o los que están por nacer, les tocará un mundo muy difícil y nos dirán a nosotros que por qué no hicimos lo correcto, que por qué no tomamos las decisiones correctas. Entonces, hay que pensar en ellos y ellas. También es un tema de empatía de sentir lo que puede sentir el otro y esa generación puede sentir mucho dolor y nosotros por lo tanto mucha culpa entonces por eso hay que actuar.

Mujer campesina indígena de Costa Rica. Foto de archivo: ACNUR/M. Rodriguez-Farrelly
Mujer campesina indígena de Costa Rica. Foto de archivo: ACNUR/M. Rodriguez-Farrelly

¿Qué le diría usted a los jóvenes que están abanderándose con esta causa?

Yo lo que les diría que luchen y que luchen obstinadamente, pero con amor, con optimismo y con inteligencia. Nunca con odio o con resentimiento en los corazones sino con esperanza. Luchar, la vida es luchar por causas buenas, por amor, por un futuro mejor. Yo siento que como humanidad somos herederos de aquellas personas que hace miles de años empezaron las primeras civilizaciones y desde entonces hasta hoy han pasado cuántas generaciones que han construido todo lo que tenemos como humanidad desde la historia, la literatura, la culinaria, la religión, todo lo que tenemos como humanidad y es, este segundo de la humanidad que es nuestra generación, la que le toca decidir. También pensando en la próxima que son los más jóvenes los que están probablemente más asustados o más molestos, porque será a ellos a los que les tocará ese mundo. Pero hay que hacerlo con amor y esperanza. Yo nunca he visto una buena causa que prospere con odio y con ese sentimiento.

Es un momento para hacer emerger el sentimiento más ilustrado de la humanidad, de las mejores intenciones y de las mejores acciones. Entonces, lo que hay que hacer es eso, hacerlo no solo pensarlo y decirlo sino hacerlo e involucrarse positivamente.

¿Al usted ser periodista, cómo cree que los periodistas podemos aportar esa lucha?

Los periodistas podemos aportar a esta lucha yendo a lo fundamental de nuestro ejercicio a los principios. No hay un momento mejor para recordar los principios del periodismo y por qué nació el periodismo. Nació por la necesidad de informar a los ciudadanos. Cuando alguien trabajaba en una u otra cosa no podía estar informado de la cosa pública, pero decidía como ciudadano, necesitaba que alguien lo informara para tomar sus mejores decisiones, así nació el periodismo.

Bueno, entonces informar de manera veraz, con balance, porque el mundo es un lugar complicado no hay solo una versión o a veces dos sobre un mismo tema. Balancear las versiones con conciencia y con opiniones. Luchar contra eso de solamente llamar la atención por llamar la atención, sino que sea algo significativo y ahí tenemos que competir con tanto incentivo que hay en el ambiente porque muchos son muy negativos.

La ética es algo fundamental porque cuando comunicamos, no solo es lo que decimos, sino toda la responsabilidad que hay detrás de lo que decimos. Hay veces que el ejercicio es tan rápido que si no nos detenemos a pensarlo podemos incurrir en errores.

Entrevista: Laura Quiñones