Palestina, Yemen... Las noticias del miércoles

Varios altos cargos de la ONU han unido a sus voces para mostrar su preocupación por la violación de los derechos de los niños palestinos e israelíes. UNICEF ha denunciado que los bombardeos a la infraestructura de agua están aumentando el riesgo de una nueva epidemia de cólera en Yemen.
Varios altos cargos de la ONU han unido a sus voces para mostrar su preocupación por la violación de los derechos de los niños palestinos e israelíes y han pedido a las dos partes que den pasos "concretos e inmediatos" para que los menores puedan vivir "sin miedo".
El coordinador humanitario para los Territorios Palestinos, el responsable de la oficina de derechos humanos, y la representante de UNICEF han dirigido un mensaje al Gobierno de Israel y a las principales facciones palestinas "para que antepongan los derechos de los niños a cualquier otra consideración y a tomar medidas inmediatas para aliviar su sufrimiento".
Advierten de que "semana tras semana" surgen informaciones sobre niños muertos o "gravemente heridos" en la Franja de Gaza y Cisjordania, mientras que "en Israel los niños están expuestos al miedo, al trauma o a sufrir heridas graves". Solo este mes, siete niños palestinos han muerto por munición real y proyectiles de artillería de Israel. Dos niñas israelíes de 14 y 15 años supuestamente han sufrido heridas por los cohetes y los morteros lanzados indiscriminadamente por grupos armados palestinos contra Israel.
UNICEF ha denunciado que los bombardeos a la infraestructura de agua están aumentando el riesgo de una nueva epidemia de cólera. Según UNICEF, estos ataques son “una amenaza directa para la supervivencia de cientos de miles de niños y sus familias”.
En esos bombardeos han sido dañados almacenes y plantas de potabilización de UNICEF, además de la estación de agua que abastece a Hodeida.
Una empleada de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se encuentra entre las 13 personas que perdieron la vida el martes en el ataque contra una oficina de atención a refugiados en la ciudad de Jalalabad, en Afganistán.
La trabajadora, de nacionalidad afgana, tenía 22 años y había perdido hace tres a su marido por un atentado en Kabul. Deja una hija de seis años, según la misión de la ONU en Afganistán, que ha condenado " el "ataque sin sentido" en un comunicado.
"Condeno este crimen atroz que se ha cobrado la vida de una valiente compañera de Jalalabad y ha dejado a otro empleado gravemente herido", ha lamentado el director general de la OIM. El jefe de la Misión ha prometido "redoblar el trabajo para servir a Afganistán y a su gente”