El tabaco causa 3 millones de muertes al año por enfermedades cardiovasculares

Día Mundial sin Tabaco.
OMS
Día Mundial sin Tabaco.

El tabaco causa 3 millones de muertes al año por enfermedades cardiovasculares

Salud

Las enfermedades cardiovasculares debidas al consumo de tabaco cuestan la vida de 3 millones de personas al año y suponen gastos enormes para las economías nacionales. Sin embargo, la mayor parte de la población no asocia el hábito de fumar con estos padecimientos, que son la principal causa de muerte en el mundo.

Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el tabaco provoca el 12 % de las enfermedades cardiovasculares.

El Día Mundial sin Tabaco, celebrado cada 31 de mayo, está dedicado este año precisamente a crear conciencia sobre la relación entre el hábito de fumar y las dolencias cardíacas como los infartos o las apoplejías o derrames cerebrales.

La gente une el consumo de tabaco, sobre todo, con el cáncer de pulmón. Hay menos conocimiento de la relación que tiene con las enfermedades cardiovasculares.

“Generalmente, la gente une el consumo de tabaco, sobre todo, con el cáncer de pulmón. Hay menos conocimiento de la relación que tiene con las enfermedades cardiovasculares”, indicó Adriana Blanco, jefa de la Unidad de Factores de Riesgo y Nutrición de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En el continente americano, el tabaco causa 222.000 muertes u 11 % de los dos millones de decesos anuales que se le atribuyen.

El costo económico

Según la OMS, el costo global de fumar suma 1,4 billones de dólares por año, 400.000 millones de ellos en costos médicos directos y un billón en indirectos.

En América, esos gastos ascienden a 33.500 millones en costos directos, de ellos, el 30 % se atribuye a las enfermedades cardiovasculares.

La epidemia de tabaquismo consume grandes tajadas de los presupuestos nacionales y resulta especialmente onerosa para los países de renta baja y media, donde vive casi el 80 % de los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo.

A diferencia del cáncer, cuando se deja de fumar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares baja muy rápido.

La OMS calcula entre 1000 y 1500 dólares el costo del tratamiento para que un fumador deje de fumar, una inversión que vale la pena si se piensa en el ahorro que los gobiernos pueden lograr no sólo a largo sino también a corto plazo.

“A diferencia del cáncer, cuando se deja de fumar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares baja muy rápido. Prácticamente se reduce a la mitad en un año”, destacó Blanco.

El tabaquismo deja un total de 7 millones de personas fallecidas cada año, no todas ellas fumadoras. La OMS cifra en 900.000 los decesos de no fumadores expuestos al humo del tabaco ajeno.

Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el tabaco provoca el 12 % de las enfermedades cardiovasculares.
Banco Mundial/Aisha Faquir

 

Combatir el tabaquismo

Con el propósito de combatir el consumo de tabaco, la OMS ha implementado el programa MPOWER (en sus siglas en inglés), que delinea medidas concretas consecuentes con el Convenio Marco para el Control del Tabaco.

Esas medidas son:

  • Vigilar el consumo de tabaco y aplicar políticas preventivas;

  • Proteger a la población de la exposición al humo del tabaco prohibiendo el consumo de este producto en los espacios públicos cerrados, los lugares de trabajo y los transportes públicos;

  • Prestar apoyo para abandonar el hábito tabáquico mediante ayudas generalizadas a todos los fumadores y con cobertura de costos, que incluyan un breve asesoramiento ofrecido por trabajadores sanitarios y líneas telefónicas nacionales de ayuda, sin costo para el usuario;

  • Advertir de los peligros del tabaco utilizando un empaquetado neutro/normalizado y/o grandes advertencias sanitarias gráficas en todos los paquetes de tabaco, y llevar a cabo campañas eficaces en los medios de comunicación para advertir a la población de los daños que causa el consumo de este producto y la exposición al humo de tabaco ajeno.

  • Prohibir toda forma de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco; y

  • Aumentar los impuestos a los productos de tabaco y hacer que sean menos asequibles.

De acuerdo con la OMS, pocos fumadores comprenden la magnitud de los riesgos sanitarios del consumo de tabaco.

Además, los datos revelan que la mayor parte de los que conocen esos riesgos desea dejar de fumar, pero necesita ayuda para hacerlo. Con asesoramiento y medicación adecuados se pueden duplicar las probabilidades de que un fumador consiga dejar el hábito.

Lamentablemente, sólo 24 países, que representan apenas un 15 % de la población mundial, cuentan con servicios nacionales integrales para ayudar a los consumidores de tabaco que quieren dejar de fumar. En cambio, una cuarta parte de los países de ingresos bajos carece de cualquier tipo de asistencia para esas personas.

El consumo de tabaco ha disminuido del año 2000 hasta hoy, tanto a nivel mundial como en la Región de las Américas, pero la reducción es insuficiente para cumplir con los objetivos globales que buscan proteger a las personas de la muerte y el sufrimiento a causa de enfermedades cardiovasculares y otras dolencias no transmisibles. En la actualidad, más de un tercio de los países América no están implementando ni una sola medida de control del tabaco.

Los espacios libres de humo de tabaco forman parte de las medidas del Convenio Marco de la OMS contra el tabaquismo.
Foto de archivo: OMS/S. Volkov

 

Últimos hallazgos sobre la prevalencia del consumo de tabaco

  • Cambio en el consumo: la prevalencia mundial de fumadores ha disminuido, pero el número absoluto de fumadores apenas ha cambiado desde el comienzo de este siglo debido al crecimiento de la población. Actualmente hay 1100 millones de fumadores adultos en el mundo y al menos 367 millones de consumidores de tabaco sin humo. En la Región de las Américas hay 132 millones de fumadores. La prevalencia de fumadores en la región ha disminuido de 28 % en 2000 a 17,4 % en 2015.

  • Tabaco sin humo: en 2015, el 6,5 % de la población mundial de 15 años o más consumía tabaco sin humo (8,4 % para los hombres y 4,6 % para las mujeres).

  • Por sexo: para hombres de 15 años y más en todo el mundo, 43 % fumaron tabaco en 2000 en comparación con 34 % en 2016, mientras que 11 % de las mujeres fumaron en 2000, en comparación con 6 % en 2016. En la Región de las Américas, la prevalencia de los hombres en 2000 era 33,4 % comparado con 22 % en 2015, y, entre las mujeres, 22,6 % en 2000 comparado con 12,9 % en 2015.

  • Respuesta de los países: más de la mitad de todos los Estados Miembros de la OMS han reducido la demanda de tabaco, y casi uno de cada cuatro probablemente alcanzará el objetivo de reducción del 30 % para 2025. Pero los países deben hacer más para monitorear el consumo de tabaco en todas sus formas, no solo en el consumo de cigarrillos. Actualmente, uno de cada cuatro países tiene datos insuficientes para monitorear su epidemia de tabaquismo.

  • Juventud: en todo el mundo, alrededor del 7 %, o algo más de 24 millones de adolescentes de entre 13 y 15 años, fuman cigarrillos (17 millones de varones y 7 millones de mujeres). Alrededor del 4 % de los adolescentes de entre 13 y 15 años (13 millones) usan productos de tabaco sin humo. En la Región de las Américas, alrededor del 10 % o 4,6 millones de adolescentes de entre 13 y 15 años fuman cigarrillos (2,4 millones de varones y 2,2 millones de mujeres). Alrededor del 2 % de los adolescentes de entre 13 y 15 años (1,2 millones) usan productos de tabaco sin humo.

  • Países en desarrollo: más del 80 % de los fumadores de tabaco viven en países de bajos y medianos ingresos. La prevalencia del consumo de tabaco está disminuyendo más lentamente en los países de bajos y medianos ingresos que en los países de altos ingresos.

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