La solución política para Yemen está lista, pero continúa el sufrimiento

Suad de 18 años pide ayuda en una carretera de la capital de Yemen con su sobrino de 4 años, cuya madre murió en el conflicto.
Giles Clarke/OCHA
Suad de 18 años pide ayuda en una carretera de la capital de Yemen con su sobrino de 4 años, cuya madre murió en el conflicto.

La solución política para Yemen está lista, pero continúa el sufrimiento

Paz y seguridad

El nuevo enviado especial del Secretario General para Yemen, Martin Griffiths, declaró ante el Consejo de Seguridad que está listo para presentar un marco de negociación entre las partes del conflicto en los próximos dos meses. Líderes humanitarios de la ONU advirtieron que la situación continúa siendo crítica para los habitantes, los migrantes y los niños, que viven en condiciones desesperadas.

“Una solución política para terminar la guerra en Yemen está disponible”, dijo el enviado especial, quien asumió su cargo el pasado 11 de marzo.

Martin Griffiths aseguró que ha conversado con las autoridades del Gobierno del presidente Hadi, así como con la oposición, el movimiento Ansar Allah, y otros líderes del espectro político y, que todos quieren terminar con la guerra lo más rápido posible y están dispuestos a trabajar con las Naciones Unidas para llegar a un acuerdo.

“La solución política requiere acabar con los combates, retirar las tropas y entregar las armas para establecer un Gobierno inclusivo que reúna a las partes en un consenso para construir la paz. Las negociaciones necesitarán paciencia, diligencia y buena fe”, explicó Griffiths.

El enviado advirtió que aún no ha visitado el sur, donde el conflicto ha traído grandes cambios en el terreno y ha fomentado las frustraciones de sus habitantes. Según él, la paz no se podrá alcanzar sin que se les tome en cuenta en las decisiones políticas.

Griffiths además dijo estar preocupado por el aumento de los misiles balísticos lanzados desde Yemen hacia Arabia Saudita,  la escalada de las operaciones militares en la provincia de Sana'a y la intensificación de los combates en otras regiones del país.

“Nuestra preocupación es que cualquiera de estos hechos pueda, de un golpe, quitar la opción de paz de la mesa. Estoy convencido de que existe un peligro real. Necesitamos urgente y creativamente encontrar formas de disminuir la posibilidad de que esto ocurra, lo que acabaría con las esperanzas de la gran mayoría de los yemeníes”, dijo.

El enviado especial aseguró que espera presentar al consejo un marco de negociación entre las partes del conflicto en los próximos dos meses.

El conflicto de Yemen tiene sus orígenes en un levantamiento en 2011 que forzó al entonces presidente Ali Abdullah Saleh, a entregar el poder al vicepresidente, Abd Rabbu Mansour Hadi. La transición política entonces provocó una complicada lucha de poder entre los simpatizantes de Saleh, el movimiento rebelde de los hutíes y las fuerzas de Hadi.

Martin Griffith, el enviado especial del Secretario General para Yemen informa al Consejo de Seguridad.
ONU/Manuel Elias
Martin Griffith, el enviado especial del Secretario General para Yemen informa al Consejo de Seguridad.

Alerta humanitaria

El coordinador de la ONU sobre Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, también participó de la reunión del Consejo y reiteró que Yemen enfrenta la peor crisis humanitaria del planeta.

“Tres cuartos de la población, más de 22 millones de personas ,requieren ayuda urgente y 8,4 millones no saben de dónde vendrá su próxima comida. Esta crisis está acabando con las familias y las instituciones, y ahora afecta a casi cada sector y aspecto de la vida yemení”, expresó Lowcock.

El coordinador, sin embargo, resaltó que hay avances en la situación y que ahora los vuelos y embarcaciones con ayuda humanitaria se mueven regularmente y sin mayores problemas.

“Pero seguimos preocupados por los importes comerciales en los puertos yemenís. Antes de la guerra, el país dependía en las importaciones para el 90 % de sus necesidades alimentarias y casi todas las medicinas y combustibles. Los puertos significan la vida o la muerte en Yemen, entonces estamos trabajando para que puedan volver a funcionar correctamente, especialmente los de Hudaydah y Saleef”, dijo.

Los aumentos del precio en la comida por la falta de existencias han forzado a casi todas las familias a depender de la ayuda humanitaria.

Otra preocupación es que el aeropuerto de Sana'a continúa cerrado para el tráfico comercial y muchos pacientes que están críticamente enfermos no pueden transladarse fuera del país para acceder a tratamientos que no están disponibles en Yemen, donde, desde que comenzó la guerra, aún ni siquiera se les ha pagado a los trabajadores sanitarios.

Riesgo de un brote de cólera

Mark Lowcock alertó sobre la inminente posibilidad de un nuevo brote de cólera durante  la temporada de lluvias.

“La epidemia del año pasado afectó a más de un millón de personas y sus efectos aún se sienten. Estamos haciendo todo lo posible para responder. Las agencias están limpiando las fuentes de agua y lanzando una campaña de vacunación”, dijo.

Lowcock aseguró que, si bien la respuesta humanitaria está salvando las vidas de millones de yemeníes, no puede resolver la crisis e hizo eco al llamado del enviado especial para que todas las partes se comprometan con las Naciones Unidas y sin condiciones, para lograr una solución negociada y duradera hacia la paz sostenible.

Mark Lowcock, el coordinador para Asuntos Humanitarios de la ONU, informa al Consejo de Seguridad sobre la situación en Yemen.
ONU/Mark Garten
Mark Lowcock, el coordinador para Asuntos Humanitarios de la ONU, informa al Consejo de Seguridad sobre la situación en Yemen.

Los refugiados e inmigrantes en Yemen sufren condiciones horrorosas

La Agencia de la ONU para los Refugiados alertó este martes sobre la terrible situación que viven los refugiados y solicitantes de asilo en Yemen. El conflicto y el deterioro de las condiciones económicas además del aumento de la delincuencia los exponen al peligro y la explotación.

“Con un conflicto prolongado y la inseguridad que amenazan las instituciones estatales y debilitan el estado de derecho, cada vez hay más casos de extorsión, tráfico y deportación. Muchos son arrestados, detenidos, maltratados y luego expulsados ​​al mar o devueltos a la fuerza por los mismos contrabandistas que los trajeron a Yemen”, expresó William Spindler, el portavoz de la Agencia ante la prensa en Ginebra.

Desde febrero, unos cien migrantes han sido arrestados y mantenidos en detención. Se han enfrentado a amenazas de deportación, así como a diversas formas de abuso.

“Los sobrevivientes nos han contado que reciben disparos, palizas regulares, los adultos y niños son violados y humillados, obligados a desnudarse o a ser testigos de ejecuciones sumarias. También se les niega alimentos”, declaró Spindler.

Con las deportaciones, se han recibido informes de personas forzadas por contrabandistas a entrar a barcos frente a la costa yemení. En enero de este año, se informó que más de que 50 somalíes se ahogaron durante una de estas operaciones.

A pesar del conflicto en curso, Yemen ha sido históricamente un país de migración y tránsito desde el Cuerno de África hasta la Península Arábiga y más allá. Los movimientos mixtos de migración incluyen a refugiados, solicitantes de asilo, personas objeto de trata y migrantes que tienen la intención de permanecer en Yemen o transitar en su camino hacia los Estados del Golfo.

La ONU ha estado apoyando a las autoridades en Yemen para recibir, registrar y documentar a los migrantes y está buscando aumentar el apoyo a la Autoridad de Inmigración, Pasaportes y Naturalización para mejorar aún más la protección de los arreglos de recepción para los recién llegados.

Refugiados somalíes en la costa de Yemen, tras el peligroso viaje por mar.
ACNUR/R. Nuri
Refugiados somalíes en la costa de Yemen, tras el peligroso viaje por mar.

Los niños están sin agua

Unos 8,6 millones de niños en Yemen no tienen acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene, advirtió el Fondo de la ONU para la Infancia.

Yemen continúa siendo uno de los países con mayor escasez de agua en el mundo, ya que su acceso es extremadamente costoso para los más vulnerables.

"Desde 2015, la escalada del conflicto solo ha exacerbado esta situación ya de por sí desesperada, con ataques y acciones militares en y alrededor de la infraestructura del agua, lo que ha impedido que más personas accedan al agua potable”, dijo en un comunicado Geert Cappelaere, el director regional de UNICEF para Oriente Medio y el norte de África.

A principios de esta semana, el sistema de agua en el distrito de Sehar, en la gobernación de Sadá, fue completamente destruido en un ataque que dejó sin agua a 7500 personas, incluidas familias desplazadas internamente. Esta misma infraestructura había sido destruida en 2015 y reconstruida por UNICEF en 2017.

El Fondo hizo un llamado a todas las partes en el conflicto en Yemen para proteger la infraestructura civil básica.

“De conformidad con el derecho internacional humanitario, todas las partes en el conflicto deben detener inmediatamente los ataques contra civiles e infraestructura civil y cualquier actividad militar cerca o desde estas instalaciones, incluidas escuelas, hospitales, instalaciones acuáticas y mantener a los niños fuera del peligro”, concluyó Cappelaere.