En el puerto de Lampedusa, los guardacostas italianos desembarcan a los supervivientes de un naufragio en el Mediterráneo. Foto: ACNUR / Federico Fossi

Menos migrantes en el Mediterráneo, más peligros, más muertes…

En el puerto de Lampedusa, los guardacostas italianos desembarcan a los supervivientes de un naufragio en el Mediterráneo. Foto: ACNUR / Federico Fossi

Menos migrantes en el Mediterráneo, más peligros, más muertes…

Migrantes y refugiados

El número de migrantes y refugiados que llegaron a Europa durante el año 2017 y los tres primeros meses 2018 ha descendido, pero ha crecido el número de peligros que afrontan. En lo que va de año, ha aumentado la proporción de personas que han muerto.

Según un nuevo informe publicado este miércoles por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados,

 más de 3100 personas fallecieron durante 2017 en su intento por llegar a Europa, mientras disminuyó el número de personas que trataron de alcanzar el continente europeo. El documento también recoge testimonios de familias que han tenido que huir de sus países y que muestran el sufrimiento que han padecido durante el camino.  

Una de las mayores disminuciones en las llegadas se produjo a partir del mes de julio, cuando decrecieron los arribos vía marítima a Italia, mayoritariamente desde Libia, y ha continuado durante los tres primeros meses de 2018 al descender un 74 % en comparación al año pasado.

No llores, mamá, el barco de rescate viene de camino.

Sin embargo, la travesía se ha vuelto mucho más peligrosa. La tasa de mortalidad de los migrantes que emprenden la travesía al país transalpino ha crecido ya que, entre enero y marzo de este año, murió una de cada catorce personas frente a una de cada veintinueve que lo había hecho durante el mismo periodo el año pasado.

“No llores, mamá, el barco de rescate viene de camino”, le decía una niña nigeriana a su madre antes de que ella y su hermana, de ocho y catorce meses, muriesen ahogadas en el Mediterráneo.

Las llegadas a España se disparan

El número total de cruces a través del Mediterráneo se mantuvo muy por debajo de los niveles de 2016, pero varía por países. Por ejemplo, los arribos a España aumentaron en un 101 % en 2017 y llegaron a los 28.000, la mayoría de ellos de nacionalidad marroquí y argelina.

En Grecia se produjo una disminución de llegadas por vía marítima, con la excepción del periodo entre mayo y diciembre del año pasado cuando creció un 33 %. La mayoría de refugiados llegó de Siria, Iraq y Afganistán, donde las bombas o los aviones les aterraban más que los peligros del mar.

“Sabía que tenía que salir de Siria o morir en el intento”, declaró Falak Kourini, una mujer que huyó de su país después de perder a su marido y uno de sus hijos.

Sabía que tenía que salir de Siria o morir en el intento

El informe puntualiza que los solicitantes de asilo que viajaron a través del Mediterráneo fueron expuestos a condiciones de hacinamiento y pobreza extrema en las islas griegas.

Las restricciones a los movimientos de migrantes en Hungría han provocado que muchos desplazados tengan que recurrir a rutas alternativas para trasladarse por Europa. Por ejemplo, algunos cruzan de Serbia a Rumania, mientras que otros pasan de Grecia a Croacia pasando por Albania, Montenegro y Bosnia-Herzegovina.

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que la cifra total de fallecimientos por vía marítima en su ruta a Europa fue superior a las 3100 personas, en comparación a las 5100 registradas durante 2016.

A esa cifra, se le ha de añadir la muerte de 75 personas a través de las rutas terrestres.

Un barco de refugiados y migrantes en el Mediterráneo en 2014.
ACNUR/Alfredo D’Amato

Continúa el abuso por parte de los traficantes

Las mujeres que viajan solas y los niños no acompañados continúan expuestos a la violencia sexual y de género. El número de menores que llegaron solos a Europa durante fue superior a los 17.000, la mayoría por vía marítima a Italia.

Entre los aspectos positivos del informe destaca que el número de personas reubicadas creció un 54 % en relación con el 2016. La mayor parte de ellos eran sirios que se encontraban en Turquía, Líbano y Jordania y fueron reasentados en el reino Unido, Suecia y Alemania, entre otros países de europeos.

A finales del año pasado, ACNUR facilitó la evacuación de refugiados de Libia a Níger e Italia.

 "Las evacuaciones en Libia y el aumento de las oportunidades de reasentamiento que vimos el año pasado son muy buenas noticias. Siguen existiendo obstáculos importantes que limitan el acceso a vías seguras y legales, incluida la reunificación familiar, para las personas que necesitan protección internacional, y pedimos más solidaridad", dijo Pascale Moreau, directora de la oficina europea de ACNUR.

Medidas adicionales

  • Garantizar el acceso al territorio a las personas que solicitan protección internacional.
  • Conceder acceso a procedimientos de asilo rápidos y eficaces
  • Mejorar la calidad de las condiciones de acogida con especial atención a las personas con necesidades específicas como los menores no acompañados y separados de su familia y los supervivientes de la violencia sexual y de género. 
  • Reforzar los mecanismos de protección de la infancia.
  • Aumentar la solidaridad y el reparto de responsabilidades, apoyando a los Estados en los puntos de llegada mediante traslados y fomentando el establecimiento de un mecanismo de solidaridad intracomunitario.
  • Mejorar el acceso a vías seguras y legales para las personas que requieran protección internacional, incluyendo el aumento de compromisos de reasentamiento y la eliminación de los obstáculos a la reunificación familiar.

Producción: Jordi Trujols.