La prioridad en Libia es la celebración de elecciones

Ghassan Salamé, representante especial de la ONU para Libia, informa desde Trípoli al Consejo de Seguridad.
ONU / Kim Haughton
Ghassan Salamé, representante especial de la ONU para Libia, informa desde Trípoli al Consejo de Seguridad.

La prioridad en Libia es la celebración de elecciones

Paz y seguridad

En una videoconferencia desde Trípoli, el enviado especial de la ONU señala al Consejo de Seguridad que el objetivo de la presencia de la ONU en el país es sacarlo del ostracismo y regresar a un diálogo común que lo devuelva a la armonía intercomunal por la que era conocido. 

"Les presento hoy mi discurso desde Trípoli, donde vivo ahora, al igual que un número cada vez mayor de mis colegas. Para que las Naciones Unidas apoyen mejor a Libia, debemos estar en Libia. Me enorgullece anunciar que realmente hemos regresado a este país ", dijo Ghassan Salamé. 

El representante especial de la ONU para Libia añadió que las Naciones Unidas tienen la intención de estar presentes en todo el país y de reabrir la oficina de Benghazi, así como en el sur. 

En su discurso Salamé recordó su visita a esa ciudad a comienzos de marzo, devastada por tres años de conflicto, y dijo que sentía que detrás de una "retórica inflamatoria" existe el deseo de un nuevo comienzo y un cierto optimismo que se ve reflejado en hechos como la reconstrucción de la Universidad de Benghazi.  
 
"Un país anteriormente conocido por su armonía intercomunal, hoy tiene divisiones ideológicas e identitarias, lo que lleva a un ostracismo generalizado", dijo, lamentando que el discurso del odio haya reemplazado a las interacciones pacíficas. El país tiene más de 300,000 personas desplazadas.  

El representante especial instó a los libios al diálogo y a unirse en torno a una narrativa nacional expresando su deseo de una nueva era de estabilidad y seguridad, basada en instituciones responsables, democráticas y unificadas, y resaltó la necesidad de que la gente decida su Gobierno. 

"La celebración de elecciones libres, creíbles y justas antes de fin de año es la prioridad de la Organización", dijo, y elogió el buen progreso del proceso de inscripción de votantes que finalizó el 12 de marzo y contó con la participación de 2,5 millones de libios. 

El representante especial explicó que el contexto de seguridad está marcado por conflictos persistentes, pero localizados. Daesh y al-Qaeda siguen estando presentes y han llevado a cabo algunos ataques, dijo, mientras grupos armados, algunos de ellos estructuras estatales, continúan burlando la ley. 

Salamé aseguró que la seguridad pública es una tarea de las instituciones nacionales, no de los diferentes grupos armados y predijo que el desarme tomará tiempo en un país donde circulan una gran cantidad de armas. "Lamentablemente, las armas continúan siendo importadas a Libia",  señaló antes de instar al Consejo a tomar medidas.  

El representante especial además deploró el empobrecimiento del pueblo libio, la precariedad de las finanzas públicas y el constante deterioro de los servicios públicos.  

El Plan de Acción 

Por su parte, tras escuchar al enviado, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reiteró su apoyo al Plan de Acción de la ONU para Libia

El Plan, que busca contribuir a la paz y la estabilidad en la nación árabe, fue presentado el pasado 20 de septiembre en Nueva York por Salamé en el marco de un evento de alto nivel sobre ese país. 

Una representante de la presidencia del Consejo reafirmó ante la prensa que el Acuerdo Político Libio (que reconoce que el llamado Gobierno de Pacto Nacional como el único gobierno legítimo de Libia) “es el único marco viable para acabar con la crisis política y su aplicación es crucial para que puedan celebrarse elecciones y ultimar la transición política”. 

El Consejo de Seguridad destacó que no puede haber una solución militar a la crisis en Libia y manifestó su inquietud por la degradación de las condiciones humanitarias, económicas y de seguridad en el país.