Piden una pausa humanitaria en Siria ante la escalada de la violencia en la provincia de Idlib y el este de Ghouta

Guta Oriental, un suburbio de Damasco, la capital de Siria.
OCHA
Guta Oriental, un suburbio de Damasco, la capital de Siria.

Piden una pausa humanitaria en Siria ante la escalada de la violencia en la provincia de Idlib y el este de Ghouta

Ayuda humanitaria

“Tenemos alrededor de 2 millones que necesitan ayuda. Es como un enorme campo de refugiados con cientos de miles de personas internamente desplazadas que son extremadamente vulnerables y están siendo atacadas y bombardeadas. Esto es completamente inaceptable”, declaró Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios.

El equipo humanitario en Siria y la Comisión de Investigación de la ONU en el país expresaron su profunda preocupación por la escalada de la violencia en la provincia de Idlib y el este de Ghouta.

En las últimas 48 horas los ataques han aumentado drásticamente y dejado un número elevado de civiles muertos. Además, varios ataques aéreos alcanzaron al menos a tres hospitales.

"Estos informes son extremadamente preocupantes y muestran que los ataques suponen una burla hacia las zonas destinadas a proteger a los civiles de los bombardeos. Las partes del conflicto están incumpliendo sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario", expresó Paulo Pinheiro, el presidente de la Comisión, en un comunicado emitido este martes.

Desde comienzos de año, el aumento de la violencia en Idlib ha provocado una ola de desplazamientos internos que ha llevado a más de 250.000 civiles a huir de los enfrentamientos.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) pidió este martes un cese inmediato de las hostilidades que se prolongue por al menos un mes en toda Siria para permitir la entrega de ayuda humanitaria y servicios básicos, así como para evacuar a las personas gravemente enfermas y heridas.

“Estamos hablando de la provincia de Idlib, donde tenemos alrededor de 2 millones que necesitan ayuda. Es como un enorme campo de refugiados con cientos de miles de personas internamente desplazadas que son extremadamente vulnerables y están siendo atacadas y bombardeadas. Esto es completamente inaceptable", declaró Jens Laerke, portavoz de OCHA, durante una conferencia de prensa en Ginebra.

Laerke informó también que Raqqa se encuentra devastada y las condiciones para los trabajadores humanitarios continúan siendo inseguras debido a que todavía quedan secuelas de la guerra contra el ISIS como minas sin estallar y trampas explosivas.

"Todas estas cosas juntas llevaron al equipo de la ONU en Damasco a decir ‘ya es suficiente, necesitamos una pausa humanitaria’, porque para poder hacer nuestro trabajo, necesitamos las condiciones apropiadas”, dijo.

El plan humanitario interinstitucional acordado para llegar a las zonas sitiadas y de difícil acceso está paralizado debido a restricciones de acceso o falta de acuerdo en cuanto a ubicaciones, suministros y número de beneficiarios. OCHA dice que, si se les permite el paso, se podrían enviar tres convoyes semanalmente y ayudar a más de 700.000 personas.