El mantenimiento de la paz debe adaptarse a nuevos entornos de inseguridad

Cascos azules de la MONUSCO patrullan con soldados de las fuerzas armadas congoleses.
ONU/Sylvain Liechti
Cascos azules de la MONUSCO patrullan con soldados de las fuerzas armadas congoleses.

El mantenimiento de la paz debe adaptarse a nuevos entornos de inseguridad

Frente al número creciente de ataques al personal de mantenimiento de la paz, el jefe de los cascos azules, Jean-Pierre Lacroix, presentó este miércoles el plan de acción para mejorar el desempeño de las operaciones en el terreno.

Desde el 1948, más de 3.500 miembros del personal han fallecido en operaciones de mantenimiento de la paz, 943 de ellos por actos de violencia en su contra. Desde el 2013 hubo un aumento notable del número de ataques, con 195 muertes registradas a la fecha.

En un encuentro este miércoles con la prensa en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, Lacroix habló de las recomendaciones presentadas en un informe sobre los riesgos asociados a las misiones de paz publicado recientemente.

El llamado “informe Santos Cruz”, que lleva el nombre del general brasileño que fue encargado de redactarlo, Carlos Alberto dos Santos Cruz, revela que los cascos azules muchas veces no tienen la capacidad para enfrentarse a las situaciones que encuentran.

Cambiar la manera de operar

“El casco azul y la bandera de la ONU ya no proporcionan ninguna protección ‘natural’”, afirma el informe a raíz del aumento de los actos violentos perpetrados en contra de tropas de la ONU, tales como el ataque a cascos azules tanzanos ocurrido en diciembre en la República Democrática del Congo, que dejó a catorce soldados muertos y más de 40 heridos.

El informe Santos Cruz llama a la Organización y a los países que contribuyen con tropas a llevar a cabo varias reformas, entre ellas:

• Una mejor evaluación de los riesgos. “Frecuentemente los ataques a las Naciones Unidas son el fruto de la inacción”, subraya el documento.

• El uso de la fuerza: para mejorar la seguridad, las misiones deben identificar las amenazas en su contra y tomar la iniciativa, usando todas las tácticas para neutralizar o eliminar dichas amenazas.

“En las batallas y los combates, la ONU necesita ganar, sino las tropas, la policía y el personal civil perecerán”.

• Seleccionar mejor los contingentes: la ONU debe establecer más claramente lo que se requiere en términos de mentalidad, capacidad y equipamiento.

• Capacitar mejor al personal antes del despliegue: “Algunos contingentes y jefes carecen muy claramente de preparación” para el terreno, afirma el informe.

• Reforzar los equipamientos: “la falta de equipo o un equipo inadecuado aumenta el riesgo de sufrir bajas”.

En base a esas recomendaciones, Lacroix confirmó que las reformas en curso buscan reducir el número de bajas en los contingentes de cascos azules. “El número de víctimas en las operaciones de mantenimiento de la paz ha sido multiplicado por dos el año pasado”, informó. “No se trata de cambiar el mandato, sino de estar mejor capacitados y mejor capacitados”, agregó.

Nuevas medidas para salvar vidas

El jefe de las operaciones de mantenimiento de la paz anunció un plan de acción con medidas a corto, mediano y largo plazo, que detalló en una entrevista con Noticias ONU.

“Si bien la cuestión del desempeño de las operaciones de mantenimiento de la paz no es nueva, los desafíos han cambiado dramáticamente”, explicó.

A corto plazo, Lacroix quiere que las reglas propias a las operaciones de paz se respeten “a todos los niveles”, que se identifiquen las necesidades en las áreas de entrenamiento y equipamiento, y que se mejore la evaluación de los riesgos en las diferentes misiones.

“A mediano plazo, nuestra prioridad será responder a las necesidades en las áreas de entrenamiento y equipamiento y asegurar que respondamos a los problemas de desempeño. Es importante que comprendamos lo que requieren nuestros mandatos, y que todos en las misiones entiendan lo que se tiene que hacer para implementarlos”, subrayó.

“También tenemos que ajustar nuestros métodos en estos contextos más peligrosos; tenemos que conocer mejor las situaciones y los riesgos, además de adquirir más movilidad para poder reaccionar más rápidamente a las amenazas”, agregó.

“A largo plazo, queremos estudiar cómo nuestras operaciones están configuradas e inclusive fijarnos mejor en el despliegue de nuestras tropas para asegurarnos que no tomemos riesgos inútiles en los lugares donde estamos presentes. Tenemos que tomar las medidas más adecuadas para proteger a las tropas y a la población”, concluyó.

Algunas cifras sobre mantenimiento de la paz en 2018:

• 110.000 personas trabajan actualmente en 15 operaciones en el mundo, incluidos 77.089 soldados y 11.008 policías

• Un presupuesto de 6,800 millones de dólares fue aprobado para el período comprendido entre el 1ro de julio de 2017 y el 30 de junio de 2018

• El presupuesto del departamento de operaciones de mantenimiento de la paz representa el 0.5% de todos los gastos militares en el mundo