Responder no basta, hay que anticiparse a los desastres naturales

Una mujer camina por las calles de Roseau, la capital de Dominica, destrozadas tras el paso de dos huracanes de categoría cinco. Foto: UNICEF / Moreno Gonzalez
Una mujer camina por las calles de Roseau, la capital de Dominica, destrozadas tras el paso de dos huracanes de categoría cinco. Foto: UNICEF / Moreno Gonzalez

Responder no basta, hay que anticiparse a los desastres naturales

Un debate en la ONU, convocado tras los recientes huracanes que han azotado el Caribe y el Golfo de México, resaltó que la agenda de desarrollo sostenible tiene que tener en cuenta el riesgo de fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes y extremos.

Aunque los huracanes Irma, Harvey y Maria ya hayan pasado, los países devastados a su paso siguen sintiendo sus efectos y lo harán durante mucho tiempo.

Por eso el Consejo Económico y Social de la ONU ha convocado una reunión para revisar cómo se ha movilizado el sistema de la ONU y determinar qué más se puede hacer para hacer frente a las necesidades inmediatas y estar mejor preparados en el futuro.

“Hay que hacer más a todos los niveles para hacer frente a los desastres y los riesgos climáticos y para prepararnos para eventos climáticos extremos futuros, que probablemente serán más severos y frecuentes. El desarrollo sostenible teniendo en cuenta los riesgos es una necesidad absoluta”, dijo la vicesecretaria general, Amina Mohammed.

Los participantes insistieron en que hay que pasar de responder a las consecuencias de los desastres, a estrategias de desarrollo que se anticipen a este tipo de fenómenos y políticas que hagan frente a su causa.

“Estos desastres nos recuerdan que el cambio climático no es sólo un asunto de debate filosófico, es una realidad que viven ya millones de personas en todo el mundo. Es importante tomar medidas urgentes para mitigar los efectos del cambio climático”, dijo el presidente de la Asamblea General, Miroslav Lajcák.

Las agencias de Naciones Unidas están proporcionando saneamiento, agua, comida y albergue a las comunidades afectadas por los huracanes y contribuyen a recuperar la producción agrícola en Barbuda y Dominica. Pero a largo plazo harán falta programas de reconstrucción que recuperen, por ejemplo, el turismo del que mucho de estos países afectados dependen.