Comisión de la ONU pide una reforma social y económica urgente para detener la violencia en el estado de Rakhine, en Myanmar

Campamento de desplazados en el estado de Rakhine, en Myanmar. Foto de archivo: OCHA/Pierre Peron
Campamento de desplazados en el estado de Rakhine, en Myanmar. Foto de archivo: OCHA/Pierre Peron

Comisión de la ONU pide una reforma social y económica urgente para detener la violencia en el estado de Rakhine, en Myanmar

La situación en el estado de Rakhine, en el oeste de Myanmar, es cada vez más precaria y se necesita un esfuerzo urgente y coordinado de autoridades civiles y militares para generar desarrollo económico y justicia social y así hacer frente a la violencia entre budistas y musulmanes que aún se sigue presentando.

Ese es uno de los principales mensajes contenidos en el informe final de la Comisión Asesora sobre el Estado de Rakhine, liderada por el ex Secretario General de la ONU Kofi Annan.

El documento recomienda acciones urgentes y sostenidas en varios frentes para prevenir la violencia, mantener la paz, fomentar la reconciliación y ofrecer esperanza a los habitantes del país asiático.

“A menos que se tome pronto una acción concertada, dirigida por el gobierno y con la ayuda de todos los sectores del gobierno y la sociedad, arriesgamos el regreso de otro ciclo de violencia y radicalización que profundizaría aún más la pobreza crónica que aflige al estado de Rakhine”, aseguró Annan en un comunicado.

El informe también propone iniciativas para superar los desafíos políticos, socioeconómicos y humanitarios. Varias recomendaciones se centran específicamente en la verificación de la ciudadanía, los derechos y la igualdad ante la ley, la situación de los desplazados internos y la libertad de movimiento que afectan a la minoría musulmana de manera desproporcionada.

“Damos la bienvenida a la publicación del informe completo de la Comisión Asesora sobre el Estado de Rakhine y tomamos nota de su énfasis en cuestiones relacionadas con la identidad y la ciudadanía, en particular su llamado a la libertad de movimiento para todos, la necesidad de abordar las causas profundas de la violencia y reducir la violencia entre comunidades”, aseguró Stephan Dujarric este jueves durante su encuentro diario con la prensa.

El portavoz destacó que la ONU está dispuesta a apoyar al gobierno de Myanmar en la aplicación de las recomendaciones para mejorar las condiciones de vida de todas las comunidades del estado de Rakhine.

El informe es el resultado de más de 150 consultas y reuniones celebradas por la Comisión Asesora desde su lanzamiento en septiembre de 2016. Los miembros de la Comisión viajaron extensamente por todo Rakhine y han celebrado reuniones en Yangon y Naypyitaw, Indonesia, Tailandia, Bangladesh y Ginebra.

En 2012, un brote de violencia sectaria de habitantes de la zona contra la minoría musulmana Rohingya causó al menos 160 muertos y desplazó a al menos 120.000 personas

Hasta el momento las autoridades de Myanmar no reconocen la ciudadanía a los Rohingya, y les imponen múltiples restricciones, incluida la de movimiento.