Honduras precisa aumentar la protección de los defensores de derechos humanos
Andrew Gilmour también destacó la importancia de abrir espacios para el diálogo y de ampliar el acceso a la información y a la participación sustantiva de la sociedad en la elaboración de políticas, recordando que los activistas de derechos humanos son agentes de cambio aliados en esta causa.
Durante sus encuentros, Gilmour escuchó denuncias de impunidad generalizada, un alto nivel de violencia, militarización creciente de las fuerzas públicas, restricciones en el acceso a la planificación familiar y de un incremento preocupantes de los feminicidios y la violencia contra las mujeres.
Entre sus comentarios al final de la misión, el enviado de la ONU advirtió que las políticas penales que imponen castigos extremadamente duros a los jóvenes no son la solución a la violencia o la delincuencia.
“Las inversiones sociales y la rehabilitación abordarían mejor las causas de fondo de la violencia en Honduras”, aseveró.
Por otra parte, Gilmour reconoció la cooperación entre la nueva Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Tegucigalpa y las instituciones del Estado y subrayó que el papel de esa dependencia es apoyar al gobierno hondureño en la protección de las garantías fundamentales, particularmente en el contexto de las próximas elecciones.
La visita del secretario general adjunto incluyó reuniones con altos funcionarios del gobierno y representantes de la sociedad civil y de la comunidad diplomática en Honduras.