Una de cada dos personas necesita ayuda en la República Centroafricana

La Misión de la ONU en la República Centroafricana (MINUSCA) ha llegado a una fase crítica de implementación de su mandato y debe mantener su curso para consolidar los progresos alcanzados.

Así lo consideró este lunes el representante especial de la ONU para ese país, Parfait Onanga-Anyanga, en un informe ante el Consejo de Seguridad.

“Dentro de Naciones Unidas, el Secretario General de la ONU ha pedido redoblar los esfuerzos para avanzar en el proceso político, junto con el fortalecimiento de la seguridad. Además de un mayor involucramiento de la comunidad internacional en respuesta a la crisis humanitaria, los esfuerzos de reconciliación nacional, el alcance de la paz y para promover la recuperación económica”, dijo el alto funcionario.

Una de cada dos personas requiere asistencia en la República Centroafricana, que enfrenta, desde noviembre del año pasado, una escalada de los combates entre grupos rivales y milicias en un conflicto que estalló en 2013.

Solamente en las últimas dos semanas, más de 100.000 personas se han visto forzados a huir.

El representante especial indicó que la MINUSCA ofrece protección a unos 8.000 desplazados internos en las inmediaciones de Bagassou, mientras que otras provincias viven nuevos brotes de violencia.

Onanga-Anyanga también señaló que las fuertes críticas contra la Misión son un reflejo de la gran frustración del pueblo con la incapacidad del Estado y la persistente inseguridad causada por ellos mismos. También señaló que las críticas provienen de las enormes divisiones que hay en ese país, en donde ambas facciones esperan que la MINUCA luche contra su enemigo.

Ante este escenario, el alto representante subrayó que la Misión se mantiene firme en continuar el curso de su mandato para fortalecer la autoridad estatal y resolver las tensiones a través del diálogo.