Coordinador humanitario evalúa la situación a un año de la Cumbre Mundial

Stephen O’Brien habla con mujeres desplazadas por la violencia en Sudán del Sur. Foto OIM/Mohammed
Stephen O’Brien habla con mujeres desplazadas por la violencia en Sudán del Sur. Foto OIM/Mohammed

Coordinador humanitario evalúa la situación a un año de la Cumbre Mundial

El 23 y 24 de mayo de 2016, 9.000 personas de 180 países se reunieron en la primera Cumbre Mundial Humanitaria. El encuentro, realizado en Estambul, generó miles de compromisos y lanzó decenas de iniciativas y asociaciones para hacer del mundo un lugar mejor.

A un año de esta Cumbre, el Coordinador Humanitario de la ONU, Stephen O´Brien, quiere recordar al mundo que aún existen 135 millones de personas que necesitan ayuda, 93 millones de manera urgente,

“En la Cumbre entendimos juntos qué teníamos que cambiar para tener un mayor impacto positivo en la vida de esas personas en riesgo y además darles la oportunidad de tener una vida mejor. Gracias al encuentro tenemos una Agenda para la Humanidad, 3.000 compromisos de acción y lo más importante ha sido el cambio en la manera de trabajar con otras organizaciones “, aseguró O’ Brien, durante una entrevista con Noticias ONU.

El Coordinador Humanitario enfatizó la diferencia de trabajar viendo hacia el futuro, pensando en las posibilidades no sólo de ayudar a estas personas con alimentos y artículos de primera necesidad, sino de darles la oportunidad de un futuro distinto.

“Se trata de pasar de la respuesta de emergencia a una respuesta de desarrollo humanitario. No sólo estamos salvando vidas y protegiendo a los civiles sino también poniéndolos en una posición en la que ya no son vulnerables. Si abordamos las raíces de su sufrimiento se reduce la necesidad de ayudarles por emergencias en el futuro”, agregó.

Para O´Brien, el trabajo cuidadoso y conjunto de las agencias de la ONU, las ONG y el sector privado es vital para brindar asistencia a quienes más lo necesitan.

“De esta manera no dejaremos a las personas en un estado de vulnerabilidad después de haberles ayudado, sino que comenzamos a construir sus vidas de nuevo. Se trata de un programa para sobrevivir y para prosperar. Esto significa trabajar conjuntamente para generar planes a varios años y conseguir financiamiento conjunto, esto de verdad hace la diferencia. Es un reto comparado con la forma en que trabajábamos antes, pero lo que debemos hacer es crear un mayor impacto con los preciados recursos que tenemos”, dijo.

El Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios, resaltó otras prioridades de su oficina, definidas después de la Cumbre en 2016, entre ellas el Gran Acuerdo.

El Gran Acuerdo compromete a los principales donantes y organizaciones de ayuda a proporcionar el 25%de la financiación humanitaria mundial de respuesta local y nacional para el año 2020.

“El Gran Acuerdo tiene el propósito de asegurarnos una mayor eficiencia en el uso de los recursos. Esto significa que los donantes juzgan la acción humanitaria no sólo desde la perspectiva del desarrollo, sino que evalúan como ésta puede ser una inversión”, explicó.

Finalmente, O’Brien recordó la importancia de continuar apoyando la Agenda para la Humanidad, un llamamiento al cambio realizado por el anterior Secretario General, Ban Ki- moon, a partir de un proceso de consulta de tres años de duración que alcanzó a más de 23.000 personas de 152 países.

“Debemos apoyar las cinco responsabilidades de la Agenda para la Humanidad: Debemos ser mejores al prevenir y resolver conflictos; estar seguros de que se están cumpliendo las leyes de derechos humanos y de refugiados; reducir las necesidades humanitarias con nuestra nueva manera de trabajar; y unirnos para ayudar a todas las personas del mundo a través del cambio que hace falta“, concluyó.