América Latina: CEPAL y UNICEF piden protección de la infancia por vulnerabilidad ante desastres

En América Latina unos 2,8 millones de personas presentan una infección crónica por el virus de la hepatitis B y unas 7,2 millones por la hepatitis C. Foto: OPS
En América Latina unos 2,8 millones de personas presentan una infección crónica por el virus de la hepatitis B y unas 7,2 millones por la hepatitis C. Foto: OPS

América Latina: CEPAL y UNICEF piden protección de la infancia por vulnerabilidad ante desastres

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertaron que los niños en América Latina y el Caribe, particularmente los que viven en contextos de pobreza, son altamente vulnerables a los desastres y experimentan sus efectos en forma desproporcionada y creciente.

La alerta aparece en el artículo principal de una nueva edición del Boletín Desafíos publicado este lunes, que aborda temas relevantes para el desarrollo integral de la infancia en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En el texto, esos organismos de la ONU llaman a reforzar los sistemas de protección social en los países de la región desde la perspectiva de los derechos de la infancia, en un contexto de urgencia por los efectos catastróficos del cambio climático que ya se evidencian en todo el mundo.

Según l artículo, la frecuencia de desastres en América Latina y el Caribe ha aumentado 3,6 veces en medio siglo, y si en la década de 1960 hubo, en promedio, 19 desastres por año, ya en la primera década del siglo XXI ese promedio aumentó a 68 fenómenos anuales.

“Aun cuando los acuerdos internacionales son claros respecto a la necesidad de priorizar los derechos de niños y niñas y a fomentar su participación para hacer frente a situaciones de desastres, en la región aún queda mucho camino por recorrer para implementar protocolos de atención prioritaria para este grupo”, señalan CEPAL y UNICEF en el boletín.

Resulta crucial –según ambas instituciones- aumentar los esfuerzos de gestión y coordinación intersectorial e interinstitucional para atender las vulnerabilidades de los niños, niñas y adolescentes ante los desastres.