La crisis de electricidad en Gaza puede tener consecuencias políticas y económicas graves, dice la ONU

Los dos millones de residentes de la Franja de Gaza tienen servicio de electricidad sólo de dos a cuatro horas al día debido a que la única planta generadora de esa energía carece de combustible.

Esta situación empeora las de por sí precarias condiciones de la población ya que conlleva cortes del suministro de agua, lo que pone en riesgo la salud y afecta la actividad económica.

El coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente expresó gran preocupación al respecto e instó a no subestimar las consecuencias económicas y políticas de esta crisis.

En un comunicado, Nickolay Mladenov advirtió que los palestinos de Gaza no pueden seguir siendo rehenes de los desacuerdos, divisiones y cierres de los accesos al territorio.

Afirmó que es esencial reformar la Compañía de Distribución de Electricidad en Gaza para mejorar la recaudación de ingresos y la transparencia de su gestión.

Mladenov señaló que las autoridades de facto de Gaza deben garantizar que esos recursos sean entregados a las autoridades palestinas legítimas para que se mantenga el suministro de combustible y electricidad.

Subrayó que todos los residentes de Gaza deben pagar su consumo, sin que haya privilegios ni excepciones.

El diplomático agregó que, además de la reforma, hacen falta inversiones financiadas por la comunidad internacional para mejorar la red de distribución de energía en ese territorio palestino ocupado.

Por otra parte, enfatizó que Israel tiene la responsabilidad de facilitar la entrada a Gaza de materiales para la reparación o mantenimiento de la planta de electricidad e indicó que también las líneas que entran desde Egipto necesitan reparación.

“Llamo a todas las partes, incluida la comunidad internacional, a unirse para resolver de una vez por todas el asunto de la electricidad en Gaza. La ONU está lista para apoyar en la consecución de esta meta”, concluyó el coordinador especial.