Uganda no puede enfrentar sola la crisis de refugiados más grave de África, advierte el ACNUR

Refugiados sursudanenses llegan a los campamentos de Palorinya en Uganda donde cada familia recibe un pedazo de tierra. Foto: ACNUR/Michele Sibiloni
Refugiados sursudanenses llegan a los campamentos de Palorinya en Uganda donde cada familia recibe un pedazo de tierra. Foto: ACNUR/Michele Sibiloni

Uganda no puede enfrentar sola la crisis de refugiados más grave de África, advierte el ACNUR

Los refugiados sursudanenses que llegan masivamente a las fronteras de Uganda necesitan ayuda con urgencia.

Ese fue el mensaje conjunto del Gobierno de ese país y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, en un comunicado en el que solicitaron a la comunidad internacional financiación de emergencia para proveer alimentos y techo a los miles de personas que huyen de la violencia en Sudán del Sur y buscan un mejor porvenir para sus vidas.

En la actualidad hay 800.000 refugiados sursudanenses en Uganda, 572.000 de ellos llegaron en los últimos meses. Se espera que para junio la cifra supere el millón.

“Uganda aún mantiene sus fronteras abiertas, pero estamos viendo un flujo de personas sin precedentes que ejerce una gran presión sobre nuestros servicios públicos e infraestructura. Continuaremos recibiendo a nuestros vecinos, pero necesitamos ayuda urgente porque la situación se torna crítica”, declaró el Primer Ministro de Uganda, Ruhakana Rugunda.

Las instalaciones de tránsito y recepción de los migrantes están abarrotadas y hay desafíos significativos para proveer raciones adecuadas de alimentos, servicios sanitarios y educativos y agua potable. La situación, ya de por sí extrema, se agrava por el inicio de la temporada de lluvias.

Por su parte Grandi, aseguró que Uganda no podía controlar sola la peor crisis de refugiados en la historia de África y que la falta de atención internacional al sufrimiento de los sursudanenses significaba fallarles a las personas más vulnerables en el mundo.

El responsable de ACNUR resaltó que se necesitan urgentemente 250 millones de dólares para aliviar la situación.