ONU pide apoyo para la República Centroafricana ante señales alentadoras de paz

De izquierda a derecha, el presidente de la República Centroafricana, Faustin-Archange Touadéra, la Alta Representante de la Unión Europea para la Política Exterior,  Federica Mogherini, y el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson. Foto: UNRIC Bru
De izquierda a derecha, el presidente de la República Centroafricana, Faustin-Archange Touadéra, la Alta Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, y el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson. Foto: UNRIC Bruselas

ONU pide apoyo para la República Centroafricana ante señales alentadoras de paz

La Conferencia de Bruselas para la República Centroafricana comenzó este jueves en la capital belga con el objetivo de recaudar 1.500 millones de dólares para un plan de recuperación y consolidación de la paz en ese país durante los próximos tres años.

El vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, anunció que el Fondo de Consolidación de la Paz de Naciones Unidas pondrá inmediatamente a disposición 15 millones de dólares para ayudar a financiar las necesidades más urgentes del país.

“La República Centroafricana se encuentra en una encrucijada. Debemos hacer todo lo posible para apoyarla. De lo contrario, corremos el riesgo de que no prospere el avance del país hacia la paz, la reconciliación y el desarrollo”, dijo Eliasson en un discurso dirigido a los donantes internacionales y las agencias de ayuda reunidas en Bruselas.

La conferencia está organizada conjuntamente por Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Unión Europea y el Gobierno de la República Centroafricana, liderado por el presidente elegido recientemente, Faustin Archange Touadera.

El país afronta tremendos desafíos, señaló la ONU, entre los que figuran la ruptura del tejido social, una precaria situación de seguridad y el deterioro de la situación humanitaria.

Los enfrentamientos entre la coalición rebelde Séléka, mayoritariamente musulmana, y la milicia anti-Balaka, entre la que predomina el cristianismo, desataron una guerra civil en 2013. A pesar de progresos significativos y unas elecciones exitosas, continúa la inestabilidad en ese país de África.

Naciones Unidas tiene presencia en el país con 13.000 empleados, tanto civiles como militares, que forman parte de la misión de estabilización, la MINUSCA.