Jerusalén es la ciudad sagrada de tres religiones, afirma la ONU

Lugares sagrados en Jerusalén. Foto de archivo: Flickr/Tony Kane
Lugares sagrados en Jerusalén. Foto de archivo: Flickr/Tony Kane

Jerusalén es la ciudad sagrada de tres religiones, afirma la ONU

El Secretario General de la ONU y la directora general de la UNESCO señalaron hoy que Jerusalén es la ciudad sagrada de tres religiones monoteístas: la judía, la cristiana y la musulmana y que su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial es un reconocimiento a su diversidad y coexistencia cultural y religiosa.

El portavoz de la ONU, Stephan Dujarric, indicó que Ban Ki-moon considera que los sitios sagrados de Jerusalén Oriental reciben diferentes nombres según el pueblo que los venere y que dichos nombres deben respetarse.

La negación de esos nombres o de la relación de esos sitios con alguna de las tres religiones no sirve a la causa de la paz, dijo Dujarric en nombre de Ban.

Estas declaraciones se produjeron tras la decisión del Gobierno israelí de suspender toda colaboración con la UNESCO debido a una resolución adoptada ayer por el Consejo Ejecutivo de ese organismo que condena a Israel por la gestión de la Explanada de las Mezquitas y otros lugares sagrados de Jerusalén.

La Explanada de las Mezquitas se localiza en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Oriental y para la religión judía se llama Monte del Templo, un nombre que no se menciona en la resolución de la UNESCO.

Por su parte, Irina Bokova afirmó en un comunicado que la herencia de Jerusalén es indivisible y que cada una de sus comunidades tiene el derecho explícito a que se reconozca su historia y relación con la ciudad.

“Negar, ocultar o borrar cualquiera de las tradiciones judía, cristiana o musulmana socava la integridad del lugar y va contra las razones que justifican su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO”, apuntó.

Bokova subrayó que en el microcosmos de diversidad espiritual que es Jerusalén, los diferentes pueblos veneran los mismos lugares y en ocasiones les dan diferentes nombres.

“El reconocimiento, uso y respeto de esos nombres es primordial”, enfatizó la directora de la UNESCO.