ACNUR urge a Australia a poner fin inmediato al sufrimiento de los refugiados en Nauru

Centro australiano para refugiados en Nauru. Foto: ACNUR/N. Wright
Centro australiano para refugiados en Nauru. Foto: ACNUR/N. Wright

ACNUR urge a Australia a poner fin inmediato al sufrimiento de los refugiados en Nauru

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) urgió hoy al gobierno de Australia a poner fin al sufrimiento de los refugiados y solicitantes de asilo que se encuentran en sus centros de detención en la República de Nauru viviendo en condiciones deplorables.

La prensa británica publicó una serie de archivos que dan cuenta de atropellos graves de los derechos humanos de esas personas, como violencia sexual, asaltos, abuso infantil, además de una situación humanitaria muy precaria.

Tras la divulgación de esta información, ACNUR emitió un comunicado en el que expresó gran preocupación por las más de 2.000 denuncias que detallan los archivos.

Los reportes, que abarcan de mayo de 2013 a octubre de 2015, fueron filtrados a la prensa por trabajadores de las compañías que administran los centros de detención.

“Aunque ACNUR no puede verificar los incidentes individuales que se reportan, los documentos publicados son consistentes con la preocupaciones continuas de larga data relacionadas con la salud mental y las condiciones en que se encuentran los refugiados y solicitantes de asilo de Nauru”, apuntó.

Recordó que desde 2012, las visitas de su personal han documentado un deterioro progresivo de la situación de quienes se encuentran en ese centro australiano localizado en Nauru y urgió nuevamente a transferir a esas personas fuera de la isla a un lugar que les proporcione los servicios y el apoyo adecuados.

Finalmente, reiteró que es imperativo encontrar soluciones humanas y permanentes para los refugiados y solicitantes de asilo de ese centro de detención.

Desde 2012, Australia una política ubicar en terceros países de los solicitantes de asilo, para lo cual firmó acuerdos con Nauru y Papúa Nueva Guinea que le permitieron abrir centros de detención en sus territorios.

La mayoría de las personas que se encuentran en esos centros provienen de Myanmar, aunque también las hay de Pakistán, Afganistán, Somalia, Siria y otros países.