Consejo de Seguridad analiza el impacto humanitario de Boko Haram en la cuenca del Chad

El Consejo de Seguridad de la ONU evaluó hoy la crisis humanitaria que persiste en la cuenca del lago Chad, provocada por los ataques que el grupo fundamentalista islámico Boko Haram lleva a cabo en los países que la conforman.

El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, afirmó que el grupo terrorista continúa aterrorizando a civiles inocentes en el noreste de Nigeria, en el sur de Níger y en el norte de Camerún, mediante ataques suicidas, en los que a menudo utiliza a menores de edad.

“A pesar de los encomiables esfuerzos regionales para debilitar a Boko Haram, esa agrupación continua amenazando la estabilidad regional, como lo ilustra el ataque a la base militar del pueblo Bosso, en Níger, el 3 de junio pasado”, dijo.

Feltman añadió que las alegaciones sobre violaciones de derechos humanos en los países afectados persisten, especialmente contra jóvenes que pertenecen a comunidades musulmanas.

Por su parte, el coordinador humanitario de la ONU, Stephen O’Brien, indicó al órgano de seguridad que Naciones Unidas estima que en la región más de 9 millones de personas necesitan asistencia vital y que unos 3 millones han sido desplazados al huir de los ataques contra sus localidades.

“Los niños son particularmente vulnerables, especialmente 1,7 millones que han sido desarraigados. Sufren el riesgo de ser secuestrados y reclutados forzosamente por Boko Haram. De enero a junio de este año, más de 50 menores han sido obligados a realizar ataques suicidas en cuatro países”, apuntó.

O’Brien instó a la comunidad internacional a actuar con urgencia y advirtió que de lo contrario, el sufrimiento humano será aún más extremo.