Preocupan a la ONU las persistentes violaciones de DDHH en Sudán del Sur

Una mujer desplazada cocina con productos entregados por el Programa Mundial de Alimentos en una base de UNAMID en la localidad sursudanesa de Khor Abeche. Foto: UNAMID/Albert González
Una mujer desplazada cocina con productos entregados por el Programa Mundial de Alimentos en una base de UNAMID en la localidad sursudanesa de Khor Abeche. Foto: UNAMID/Albert González

Preocupan a la ONU las persistentes violaciones de DDHH en Sudán del Sur

La situación de seguridad en Sudán del Sur sigue siendo muy volátil y está caracterizada por numerosas violaciones de los derechos humanos y abusos generalizados, alertó este miércoles la Alta Comisionada Adjunta de la ONU para los Derechos Humanos.

Kate Gilmore participó de un evento del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra en que describió la situación en ese país.

Sudán del Sur vive una inestabilidad que arrancó en diciembre de 2013 al estallar las tensiones políticas entre dos nuevos líderes del país y de enfrentamientos étnicos que le siguieron.

La alta funcionaria señaló que a pesar de la firma de un acuerdo de paz en agosto de 2015, este año continuaron sin cesar los asesinatos, la violencia sexual, el desplazamiento, la destrucción y los saqueos.

Los actores estatales cargan con la mayor responsabilidad por las violaciones cometidas durante este periodo, comentó Gilmore en referencia a los hallazgos de un reciente informe de Naciones Unidas.

Por otra parte, apuntó que la formación de un gobierno transicional de unidad nacional en abril de este año ofrece un atisbo de esperanza. No obstante, lamentó la continuidad de la violencia que mantiene a los civiles atrapados en medio de enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados.

“El actual conflicto tiene raíces en la ausencia de rendición de cuentas por violaciones pasadas. Sin rendición de cuentas, una paz sustentable para Sudán del Sur será difícil de alcanzar en el futuro”, dijo Gilmore.

El país afronta una crisis humanitaria en la que más de un millón y medio de personas fueros desplazadas forzosamente y unas 600.000 han debido huir a países vecinos.