La transparencia es la única vía para recuperar la confianza tras los abusos de las fuerzas de paz: ONU

La ONU ha expresado su consternación por el daño causado cuando el personal de Naciones Unidas abusa o explota sexualmente a las personas que debe proteger. Son acciones aberrantes que victimizan a las comunidades más vulnerables y deben ser abordadas con determinación para evitar que vuelvan a ocurrir.

El jefe de Gabinete de la ONU, se expresó así hoy durante su informe a los Estados miembros de la Organización sobre las denuncias y el estado de las investigaciones de los atropellos cometidos por cascos azules en la República Centroafricana y la República Democrática del Congo.

Edmond Mulet reconoció que estos actos minan la confianza y traicionan los principios de Naciones Unidas, además de que socavan la credibilidad en sus operaciones de paz, y afirmó que la única vía para recuperar la confianza en el organismo mundial es la transparencia de las investigaciones y medidas tomadas al respecto.

Recordó que el Secretario General Ban Ki-moon ha elaborado un programa de acción para responder a esas denuncias que dispone antes que nada la protección y apoyo a las víctimas, lo que incluye el establecimiento de un fondo fiduciario para servicios médicos, psicológicos y legales.

Mulet añadió que el otro pilar de ese programa es la rendición de cuentas por parte de los responsables y la impartición de justicia, algo que sólo los países contribuyentes de tropas pueden asegurar.

“Es un problema global. No está restringido a una región, misión o nación. La ONU debe liderar con el ejemplo al confrontar esta conducta criminal por medio del apoyo a las víctimas y garantizando que los cascos azules sigan siendo un modelo de esperanza para la gente a la que servimos”, puntualizó el jefe de Gabinete.

Agregó que el Secretario General nombró recientemente a Jane Holl Lute como coordinadora especial para mejorar la respuesta de Naciones Unidas a la explotación y el abuso sexual.

Holl Lute, quien también participó en la reunión explicó cuáles serán sus funciones:

“Mi tarea es ayudar a fortalecer la capacidad del sistema de las Naciones Unidas para prevenir y responder rápidamente a estos eventos cuando ocurren. ¿Qué significa eso? Necesitamos reducir considerablemente los incidentes de este tipo de violencia sexual y daños inexplicables, debemos proveer inmediata atención a las víctimas e investigar oportunamente y proveer protección para los que denuncian, los testigos que necesiten protección”, dijo.

Hasta el momento, la ONU ha recibido más de cien denuncias de abusos y explotación sexual, en su mayoría de menores, por fuerzas de la Organización y de otros contingentes en la República Centroafricana, mientras que en la República Democrática del Congo son once los casos, seis de ellos de menores, y todos con implicaciones de paternidad.