Un año de conflicto en Yemen pone a 500.000 embarazadas en peligro

En Yemen, el UNFPA ha colaborado ya con 38 hospitales para atender las necesidades de las mujeres en edad reproductiva. Foto: OCHA/Charlotte Cans
En Yemen, el UNFPA ha colaborado ya con 38 hospitales para atender las necesidades de las mujeres en edad reproductiva. Foto: OCHA/Charlotte Cans

Un año de conflicto en Yemen pone a 500.000 embarazadas en peligro

Tras un año de conflicto en Yemen, aproximadamente 3,4 millones de mujeres en edad reproductiva están en riesgo y necesitan ayuda humanitaria, alertó este jueves el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).

De ellas, casi 500.000 están embarazadas y darán a luz en los próximos nueves meses. La ausencia de servicios de salud reproductiva podría provocar la muerte estimada de 1.000 madres entre 68.000 mujeres en riesgo de sufrir complicaciones durante el parto.

En un comunicado de prensa, la representante del UNFPA en Yemen explicó que debido a la ausencia de servicios de salud reproductiva, las mujeres corrían un mayor riesgo de embarazos no deseados, lo que a su vez, puede poner en peligro su vida.

“Esto sólo agrava la situación de las mujeres y niñas en Yemen, que antes del conflicto ya era débil debido a que la violencia doméstica es común”, dijo Lene Christiansen.

A pesar de la inseguridad y los problemas logísticos, la agencia de la ONU señala que hasta la fecha ha colaborado con 38 hospitales en el país, distribuyendo equipos médicos, medicamentos y suministros.

A través del lanzamiento del plan de Respuesta Humanitaria para Yemen, el UNFPA ha hecho un llamamiento de 15,6 millones de dólares este año para garantizar la continuidad de los servicios de salud sexual y reproductiva y para prevenir y responder a la violencia de género.

La guerra ya ha cumplido su primer aniversario en Yemen, después de que una coalición internacional liderada por Arabia Saudita lanzará en marzo de 2015 los primeros ataques aéreos contra los rebeldes hutíes, leales al ex presidente Ali Abdalá Saleh.

Como consecuencia del conflicto, los servicios de salud se han visto interrumpidos y el personal médico es escaso.