Enviado de la ONU confía en que las partes en Yemen se sienten a dialogar
El enviado especial del Secretario General para Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, resaltó hoy su esperanza de que las partes que combaten en Yemen logren superar sus amplias diferencias y finalmente entablen un diálogo que ponga fin a meses de combates y a una crisis humanitaria que se agrava cada día.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad, el enviado de la ONU expuso los contactos y los esfuerzos realizados en los últimos meses encaminados a facilitar un diálogo entre el gobierno y el grupo de los Houthis, en la oposición, que ya ha expresado su disposición a dialogar para resolver el conflicto.
Ismail Ould Cheikh Ahmend informó al Consejo de Seguridad que el presidente de Yemen Abdrabbuh Mansour Hadi ha expresado ya al Secretario General Ban Ki-moon su intención de enviar una delegación a las conversaciones que se organicen con la oposición.
El enviado de la ONU explicó que comenzará de inmediato a trabajar con todas las partes enfrentadas para acordar una agenda, una fecha y el formato de las reuniones y confió en que ese primer encuentro cara a cara marque el camino hacia un final rápido del conflicto y la reanudación del diálogo político.
“No dudo de que esas conversaciones ayudarán a iniciar una nueva fase que señalará la nueva historia de Yemen y creo que aportará esperanza a los yemeníes que han estado sufriendo los efectos de este conflicto. Ellos saben, como ha reiterado el Secretario General en numerosas ocasiones, que no hay una solución militar a este conflicto y que sólo unas conversaciones de paz allanarán el camino hacia un futuro mejor”, manifestó el enviado de la ONU.
Durante su presentación también aludió a las dramáticas consecuencias que los combates tienen para la población civil y señaló que los bombardeos a mezquitas, por ejemplo, se han convertido en un suceso habitual.
Recordó además que la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU ha constatado que más de 21 millones de yemeníes necesitan asistencia humanitaria, el 80 por ciento de la población y la mayoría de ellos no tienen acceso seguro a agua potable. Además, las obstrucciones al transporte de productos comerciales siguen teniendo un grave efecto en la vida diaria de los yemeníes.