Brasil es un país de acogida abierto a recibir refugiados, señala Dilma Rousseff

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en la Asamblea General de la ONU. Foto de archivo: ONU/Cia Pak
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en la Asamblea General de la ONU. Foto de archivo: ONU/Cia Pak

Brasil es un país de acogida abierto a recibir refugiados, señala Dilma Rousseff

Brasil está abierto a recibir refugiados, aseguró hoy ante el pleno de la Asamblea General de la ONU la presidenta de ese país, Dilma Rousseff.

En su intervención como primera oradora del segmento de alto nivel del debate general de la Asamblea, la mandataria brasileña se refirió a la actual crisis de refugiados en el mundo como uno de los asuntos más urgentes por atender.

Rousseff afirmó que la proliferación de los conflictos regionales y la expansión del terrorismo explican en gran parte la necesidad de refugio de grandes grupos de población.

Mencionó la foto del niño sirio muerto en las costas de Turquía y la asfixia de 71 personas en la caja de un camión de carga en Austria como muestras de gran necesidad de que el mundo actúe solidariamente.

“En un mundo donde circulan libremente mercancías, capitales, información e ideas, es absurdo impedir el libre tránsito de personas. Brasil es un país de acogida, un país formado por refugiados…Tenemos los brazos abiertos para recibir refugiados. Somos un país multiétnico”, dijo.

Agregó que su país ha recibido en los últimos tiempos a sirios, haitianos y gente de todo el mundo, como lo hizo hace más de un siglo con millones de europeos, árabes y asiáticos.

La presidenta de Brasil habló también de otros asuntos impostergables frente a los que la comunidad internacional debe actuar con diligencia, como la formación del Estado Palestino y el fin de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados.

Citó, asimismo, la urgencia de reformar la ONU y ampliar el Consejo de Seguridad para hacerlo más representativo.

Por otra parte, Rousseff expresó beneplácito frente al acuerdo entre Irán y Estados Unidos sobre el programa nuclear iraní, y aplaudió el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, confiando en que esto conduzca con celeridad al fin del embargo a Cuba.

Finalmente, reiteró el compromiso de su país con el desarrollo sostenible, la cooperación Sur-Sur y la reducción de emisiones contaminantes.