“El ciclo de violencia sin sentido debe cesar” en Sudán del Sur, alertó subsecretario de Asuntos Humanitarios

El subsecretario general de la ONU de Asuntos Humanitarios, Stephen O Brien (arriba, centro), se reunió durante su visita a Sudán del Sur con mujeres en un campamento de protección de civiles en la capital, Juba. Foto: UNMISS/JC McIlwaine
El subsecretario general de la ONU de Asuntos Humanitarios, Stephen O Brien (arriba, centro), se reunió durante su visita a Sudán del Sur con mujeres en un campamento de protección de civiles en la capital, Juba. Foto: UNMISS/JC McIlwaine

“El ciclo de violencia sin sentido debe cesar” en Sudán del Sur, alertó subsecretario de Asuntos Humanitarios

El subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios concluyó hoy una visita de cuatro días a Sudán del Sur, que el mes pasado celebró su cuarto aniversario de independencia en medio de una violencia persistente y una crisis humanitaria cada vez más grave.

En un comunicado de prensa, Stephen O’Brien, destacó que las máximas víctimas de los desplazamientos y las horrendas atrocidades que se están cometiendo en el país africano son los civiles. Por eso urgió a todas las partes enfrentadas a “escuchar al pueblo”, abandonar las armas y acabar con esta tragedia humanitaria.

“Estoy profundamente consternado por lo que he visto. Los civiles están sufriendo la peor parte de esta guerra brutal”, dijo O’Brien, quien también coordina el Socorro de Emergencia de la ONU.

El panorama de la situación que describió el experto es sombrío para Sudán del Sur, que se ha visto azotado por la inestabilidad y el conflicto desde diciembre de 2013.

“Las familias han sufrido horrendas atrocidades, incluyendo asesinatos, secuestros y el reclutamiento de niños para luchar en el conflicto armado. Mujeres y niñas han sido golpeadas, violadas y quemadas vivas”, señaló O’Brien. Muchos sursudaneses están muriendo de hambre, viviendo en pantanos o arbustos, escondidos porque temen por sus vidas, explicó.

“Este ciclo de violencia sin sentido debe cesar”, declaró el subsecretario.

Durante su misión, O’Brien se reunió con representantes del gobierno y de la diplomacia, así como con aliados humanitarios. También visitó comunidades afectadas por el conflicto en Juba, la capital, y en el estado de Unity.

Según la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA), las consecuencias humanitarias de la guerra de casi 20 meses en Sudán del Sur son devastadoras. Unos 4,8 millones de personas padecen inseguridad alimentaria. Los desplazamientos en masa continúan: más de dos millones de personas, la mitad niños, han huido de sus hogares.

“Las necesidades humanitarias son mayores que nunca y no podemos esperar para reaccionar, hacer incluso más que lo que los valientes trabajadores humanitarios ya están haciendo. Insto a la comunidad internacional a que tome medidas ahora para evitar una tragedia humanitaria aún más grande en Sudán del Sur”, indicó O’Brien.

El Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU para Sudán del Sur para 2015 sólo ha recaudado el 42 por ciento de los fondos que necesita, dejando una brecha de casi 1.000 millones de dólares, según cálculos de OCHA.

La situación de seguridad en Sudán del Sur se ha ido deteriorando progresivamente en el último año, desde que estallara el enfrentamiento político entre el presidente Kiir y su ex vicepresidente, Riek Machar, y sus respectivas facciones. Las hostilidades se han ido recrudeciendo hasta resultar en denuncias de atrocidades y posibles crímenes de guerra.

El Consejo de Seguridad marcó el cuarto aniversario de independencia de Sudán del Sur expresando su “profunda decepción” en los dirigentes del país por anteponer sus ambiciones personales al bien de su pueblo, desatando una guerra política que ha acabado con la vida de miles de personas y ha causado una “catástrofe humana”.