Comité Ad Hoc sobre procesos de reestructuración de deuda soberana comienza sesiones

En 2015, una investigación de la ONU señaló que hacen falta 2,5 billones de dólares anuales para impulsar el desarrollo sostenible en los países con menos recursos. Foto: UNODC
En 2015, una investigación de la ONU señaló que hacen falta 2,5 billones de dólares anuales para impulsar el desarrollo sostenible en los países con menos recursos. Foto: UNODC

Comité Ad Hoc sobre procesos de reestructuración de deuda soberana comienza sesiones

El Comité Especial de Naciones Unidas sobre los Procesos de Reestructuración de la Deuda Soberana comenzó hoy su primera sesión. El órgano fue establecido por la Asamblea General en diciembre pasado para discutir las modalidades de un futuro mecanismo sobre el tema.

En el primer día de los tres previstos fue electo como presidente del Comité el representante permanente de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorentty.

“Este comité especial tiene la tarea importante de acercar posiciones, de trabajar con la suficiente apertura para escuchar las distintas posiciones y convocar a todos los actores para que se involucren en este importantísimo proceso”, dijo.

El diplomático informó que la sesión permitirá adoptar una agenda provisional y la organización del trabajo hasta la próxima reunión que será en abril.

En septiembre pasado la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución impulsada por el G-77 más China sobre la necesidad de regular los procesos de reestructuración de la deuda soberana, por las implicaciones que tienen para el bienestar de los países de medianos y bajos ingresos.

En diciembre ese órgano aprobó la creación del Comité mediante una resolución que fue rechazada por Australia, Estados Unidos, Japón y países de la Unión Europea, que consideran que Naciones Unidas no es el escenario ideal para la discusión de este tema.

La iniciativa del G-77 surgió tras la experiencia de Argentina en 2014 con los llamados fondos buitre, luego de que un juez de Nueva York dictaminara que Buenos Aires debería pagar a los tenedores de bonos, adquiridos a precios irrisorios, el 1.600 por ciento de interés sobre lo abonado.