Argentina pide a los Estados dejar de enviar armas a zonas de conflicto

Timerman y Ban (Foto de archivo: ONU/Eskinder Debebe)
Timerman y Ban (Foto de archivo: ONU/Eskinder Debebe)

Argentina pide a los Estados dejar de enviar armas a zonas de conflicto

Entre las medidas para combatir al terrorismo se cuenta la necesidad de que los Estados dejen de enviar armas a los grupos que operan en las zonas de conflicto, dijo hoy el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina.

Durante su intervención en el debate de alto nivel sobre terrorismo que tiene lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, Héctor Timerman sostuvo que respuesta al terrorismo no puede ser exclusivamente militar sino que debe ser integral y ajustarse al estado de derecho.

En este sentido, se pronunció por un enfoque amplio como el reflejado en la Estrategia Global de la ONU y pugnó por el respeto de los trece instrumentos jurídicos adoptados para combatir el terrorismo.

El canciller argentino subrayó que esas convenciones obligan a las partes a evitar que los grupos terroristas accedan a los recursos y financiamiento que faciliten su accionar.

“También es claro que las resoluciones de este Consejo nos obligan a evitar que los individuos, grupos y entidades asociados con Al-Qaeda tengan acceso a armas y material relacionado. Argentina entiende que también es menester que los Estados se abstengan de enviar armas a zonas en conflicto porque ello sólo contribuye a incrementar su intensidad y duración y a poner en riesgo a la población civil”, apuntó.

Timerman destacó los riesgos de dar armas a los grupos que hoy se consideran “combatientes por la libertad”, y que mañana serán terroristas, como ha ocurrido en repetidas ocasiones.

El ministro de Argentina agregó que únicamente la acción multilateral mediada por la ONU permitirá enfrentar la amenaza del terrorismo y lograr un mundo seguro para todos.

Timerman recordó que esta convicción de su país data de las dolorosas experiencias de un terrorismo de Estado impuesto durante la dictadura militar que de 1976 a 1983 costó el exterminio de más de 30.000 personas y de los atentados de 1992 y 1994 contras un centro judío y la embajada de Israel.