UNCTAD señala que sólo el 1% de la energía mundial proviene de biocombustibles
Los avances en las tecnologías de segunda generación, las preocupaciones por el cambio climático y las presiones económicas en el sector han contribuido al aumento de la relevancia de estas fuentes de energía.
El desarrollo de biocombustibles de segunda generación competitivos, hechos a partir de madera, residuos agrícolas y desechos, frente a los de primera generación que provienen del azúcar y los aceites vegetales, presentará una serie de desafíos para los países emergentes, apunta el informe.
Entre las recomendaciones, se destaca la urgencia de crear marcos regulatorios para gestionar los recursos naturales de manera que mejoren la productividad agrícola, los ingresos de las zonas rurales y la capacitación de los trabajadores.
El informe también insta a los países emergentes a crear estrategias internacionales para que no surja una brecha tecnológica entre los biocombustibles de primera generación, que requieren grandes extensiones de tierra, y los de segunda generación, más exigentes en capital.