La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), junto con el gobierno libanés y otras organizaciones, están suministrando ayuda a numerosos desplazados forzosos en el valle de la Bekaa, afectados por los recientes combates entre el ejército libanés y grupos armados en las proximidades de la frontera con Siria.
Ariane Rummery es la portavoz de ACNUR en Ginebra:
“Las autoridades locales calculan que más de 2.000 libaneses y refugiados sirios han abandonado sus hogares a causa de las hostilidades en torno a la localidad de Arsal, iniciadas el pasado fin de semana y se han refugiado en casas, centros comunitarios y escuelas en el valle de la Bekaa”, explicó la portavoz,
ACNUR y otras agencias han provisto a los afectados mantas, artículos para la higiene personal, pan y alimentos envasados, y también agua potable, aunque la distribución de ayuda es difícil debido a la inseguridad en la zona.
Los centros de salud en el área se están quedando sin recursos y se ha interrumpido el suministro de electricidad, entre otros problemas.
Se calcula que unos 35.000 libaneses viven en Arsal, junto con más de 42.000 refugiados sirios que huyeron de su país a causa del prolongado conflicto.