Sudán del Sur: se necesitan 658 millones de dólares para atender la crisis humanitaria

Refugiados de Sudán del Sur en Etiopia  Foto: ACNUR/P.Wiggers
Refugiados de Sudán del Sur en Etiopia Foto: ACNUR/P.Wiggers

Sudán del Sur: se necesitan 658 millones de dólares para atender la crisis humanitaria

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y sus aliados necesitan 658 millones de dólares para responder a la creciente crisis humanitaria que está generando el conflicto en Sudan del Sur y al incesante flujo de refugiados.

ACNUR calcula que a finales de año podía llegar a 715.000 la cifra de refugiados sur sudaneses en otros países, más del doble de lo que se preveían en marzo.

Etiopia, Uganda, Kenia y Sudán albergan a la mayoría de personas que han huido de Sudán del Sur a causa de la violencia que comenzó en diciembre.

Melissa Fleming, portavoz de ACNUR en Ginebra, explicó a la prensa que los fondos solicitados se usarán también para atender las necesidades de más de 14.000 menores que han llegado a esos países sin familia o adultos que cuiden de ellos.

“Hasta el momentos hemos recibido algunas donaciones pero sólo disponemos del 24% de lo requerido. Si no aumentan los fondos con urgencia, habrá escasez de alimentos, empeorarán las condiciones sanitarias, habrá más riesgo de enfermedades y se recortarán programas educativos, lo que agravará la situación de los refugiados”, explicó Fleming.

Muchos de los refugiados llegan exhaustos, traumatizados por la violencia que han visto y por los riesgos en su andadura, desnutridos y en un estado de salud muy precario, agregó la portavoz.

Los fondos solicitados este viernes permitirían a 34 agencias humanitarias y organizaciones no gubernamentales responder a las necesidades de alimentos, de agua y medicinas, de higiene y de vivienda que tienen los refugiados, de los que una gran mayoría son mujeres y niños.

En estos momentos hay 400.000 sur sudaneses refugiados, de los que algo más de 158.000 están en Etiopia y unos 119.000 en Uganda. Otros 82.000 han hallado refugio en Sudán y unos 41.000 en Kenia.