Sudán del Sur: la situación de los desplazados puede agravarse más en la temporada de lluvias
Durante una conferencia de prensa en Juba, la capital del país, Johnson recordó que, como jefa de la Misión de la ONU allí, la UNMISS, decidió abrir las puertas de sus instalaciones a los miles de personas que huían de los enfrentamientos armados, que comenzaron en diciembre pasado y se ha dado refugio a más de 85.000 civiles, en su mayoría mujeres y niños durante esta crisis.
Añadió que estaba claro, no obstante, que los recintos no estaban preparados para acomodar a tal flujo de personas, por lo que las condiciones en que están sobreviviendo son muy difíciles.
“Esas sedes están desbordadas de gente y los servicios básicos son rudimentarios”, manifestó la jefa de UNMISS,
“Con la temporada de lluvias asentándose, las condiciones empeoran” recalcó Johnson y precisó que la situación es particularmente grave en Tomping y Malakal, donde las instalaciones “están en riesgo inminente de convertirse en trampas mortales”.
Ante esa situación, señaló que tendrán que cerrarse para evitar que puedan producirse brotes de cólera u otras enfermedades. En el caso de Tomping, por ejemplo, las lluvias recientes destruyeron la mitad de las letrinas disponibles y dañaron gravemente los sistemas de deasagüe.
“A medida que las lluvias aumenten, podemos encontrarnos con una catástrofe sanitaria”, alertó Johnson y señaló que los desplazados deben ser reubicados de inmediato en zonas más habitables, por lo que es urgente encontrar alternativas.
“La mejor opción, sin embargo, es que todos los desplazados puedan regresar a sus casas de una manera segura y digna. Eso significa que la paz y la seguridad deben prevalecer en Sudán del Sur”, resaltó.