La OCHA insta a cambiar el actual patrón de atención a crisis humanitarias

Desplazados en Sudán del Sur
Desplazados en Sudán del Sur

La OCHA insta a cambiar el actual patrón de atención a crisis humanitarias

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) instó hoy a los países a abandonar el enfoque actual de reacción ante las crisis y desastres naturales y a priorizar la anticipación y la prevención de las causas que provocan esos eventos.

En su informe principal del año, titulado “Salvando vidas hoy y mañana” presentado este lunes en la ONU, esa Oficina de la ONU esboza la desconexión vigente entre la manera en que las agencias humanitarias perciben los riesgos y la forma en que los donantes asignan fondos, y apunta que es imprescindible cambiar la forma en que se afrontan las crisis.

La Secretaria General adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Kyung-wha Kang, señaló que en la última década, el número y la proporción de los desastres humanitarios se han multiplicado, la necesidad de financiamiento se incrementó en un 430% y se ha duplicado la cifra de personas que necesitan asistencia.

“Este año comenzó con emergencias de proporciones directas para todo el sistema de la ONU. Siria, la República Centroafricana, Sudán del Sur y Filipinas. Además, hoy tenemos evidencias de que las modificaciones globales, como el cambio climático, el crecimiento poblacional y la volatilidad de los precios de los alimentos y los combustibles son tan proclives de crear crisis humanitarias como los desastres o conflictos repentinos”, subrayó Kyung.

Añadió que las organizaciones que ofrecen respuestas están laborando al máximo de sus capacidades y los costos aumentan.

Kyubg apuntó que hay algunas crisis que no se pueden prever, pero otras sí y advirtió que el actual modo de atención de ellas era insostenible.

Subrayó que la mejor forma de mitigar el sufrimiento es, en primer lugar, impidiendo las causas que provocan las crisis.

Según OCHA, entre 1980 y 2012, los desastres le costaron a la economía global unos 38 billones de dólares, el equivalente a la mitad de la economía mundial en 2013.