Rusia señala que la Carta de la ONU es la base para buscar la paz

El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin  Foto archivo:.
UN Photo/P. Filgueiras
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin Foto archivo:.

Rusia señala que la Carta de la ONU es la base para buscar la paz

El representante de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, manifestó hoy que la Carta de las Naciones Unidas es la base insustituible para la búsqueda de la paz, durante una sesión del Consejo de Seguridad dedicada a analizar las lecciones de la guerra y las vías para llegar a una paz permanente.

Churkin aseguró que el Consejo, en el cumplimiento de las responsabilidades que esa Carta le otorga, debe actuar en el interés de la comunidad internacional en su totalidad y no en el de sus miembros individuales, guiados por motivaciones geopolíticas, económicas e ideológicas.

El embajador ruso advirtió en otro momento de su discurso que en la actualidad, el libro “Mi Lucha”, de Adolfo Hitler, es un best seller en Internet en países de profundas raíces democráticas, que las organizaciones y partidos neo nazis y de extrema derecha se ven fortalecidos y que los asesinatos y ataques por motivaciones raciales ocurren con frecuencia.

Churkin sostuvo que la existencia de estos hechos requiere una respuesta honesta, porque de lo contrario el futuro es incierto.

Durante su discurso recordó la celebración reciente del 70 aniversario del fin del bloqueo de Leningrado, que costó la vida de cientos de miles de sus habitantes y el de la liberación por el Ejército Rojo del campo de concentración de Auschwitz. Consideró que esos eventos son esenciales para recordar las lecciones.

En otro momento subrayó que nadie debe derogar el principio de no interferencia en los asuntos internos de los Estados soberanos.

“Algunas recetas, especialmente aquellas con fuertes medicamentos como el “cambio de régimen”, están plagadas de desestabilización, deterioran los conflictos y expanden la amenaza terrorista”, dijo.

En su opinión, alcanzar una paz permanente será una quimera mientras no se supere el hábito de las amenazas y se alcance un consenso que favorezca las soluciones políticas y diplomáticas para afrontar los problemas más agudos.