Sudán: Fuerzas de paz no podrían contener nueva guerra entre norte y sur, advierte ONU
Los cascos azules de la Misión de la ONU en Sudán (UNMIS) no podrían contener una nueva guerra entre el norte y el sur del país, advirtió hoy el secretario general adjunto de las Naciones Unidas para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz, Alain Le Roy.
Al rendir un informe al Consejo de Seguridad sobre las dos misiones de la ONU en Sudán –UNMIS y la operación conjunta con la Unión Africana para Darfur (UNAMID) – Le Roy afirmó que ni aún aumentando el número de efectivos, las fuerzas de paz podrían detener un nuevo brote de hostilidades si éste se produjera luego de los referendos programados para el 9 de enero de 2011.
“Es importante reconocer que un incremento en el número de tropas no permitiría que la UNMIS evitara o contuviera un choque frontal entre los ejércitos del norte y del sur”, dijo Le Roy.
Agregó que la mejor herramienta contra una nueva guerra sigue siendo un acuerdo político de las partes sobre los asuntos pendientes.
Los sudaneses del sur deberán decidir si se separan del país o si permanecen como parte del mismo, mientras que los habitantes de Abyei –el área petrolera del centro de Sudán –, votarán para resolver si esta zona seguirá bajo la administración del norte del país o si se acogerá al gobierno del sur.
Ambos referendos de autodeterminación forman parte del Acuerdo Amplio de Paz de 2005, que puso fin a dos décadas de guerra civil entre el norte y el sur sudaneses y que dejó dos millones de muertos.
Le Roy sostuvo que Sudán afronta un periodo crucial y expresó gran preocupación por la situación de los derechos de los sudaneses del sur que viven en el norte, por lo que pidió al gobierno que garantice su libre participación en el referéndum.
Por otra parte, instó a la comunidad internacional a no dejar de prestar atención a Darfur, como parece estar ocurriendo ante la proximidad de los referendos.
Le Roy recordó que esa región sigue afrontando grandes desafíos y que continúan registrándose incidentes de violencia, vandalismo, secuestros y emboscadas, además de ataques a los trabajadores humanitarios.