FAO subraya papel estratégico de agricultura en América Latina y el Caribe

FAO subraya papel estratégico de agricultura en América Latina y el Caribe

El director general de la FAO, Jacques Diouf, destacó hoy la importancia estratégica de la agricultura para el bienestar económico y social de los países de América Latina y el Caribe.

“La agricultura tiene una repercusión directa sobre las posibilidades de afrontar los retos socioeconómicos que se plantean en las zonas rurales”, afirmó Diouf, quien participa en la 31ª Conferencia Regional de la FAO para la región, celebrada en Panamá.

El titular del organismo de la ONU señaló que los principales desafíos para lograr un desarrollo agrícola sostenible en América Latina y el Caribe son responder al cambio climático, y mejorar las infraestructuras rurales, el acceso a aguas de calidad, el marco institucional y mecanismos de financiamiento para las actividades rurales.

Recordó que entre 1990 y 2006, América Latina y el Caribe logró reducir el número de hambrientos de los 53 millones a 45 millones. Sin embargo, debido a la crisis económica de 2006 a 2008, el número de personas que sufren desnutrición ha vuelto a alcanzar el mismo nivel que se observaba a comienzos de los años noventa.

“El hambre ha aumentado en todo el mundo en el curso de los últimos tres años debido a inversiones insuficientes en el sector rural, de la crisis económica y financiera, y, en particular, a causa del alza del precio de los alimentos. Desgraciadamente, América Latina y el Caribe no ha sido una excepción”, afirmó Diouf.

Sin embargo, agregó, esta situación ha permitido reposicionar la agricultura y la seguridad alimentaria en el corazón de las políticas y los programas nacionales y regionales de desarrollo y consideró que esto podría acarrear beneficios.

Los países miembros de la FAO que participan en la Conferencia Regional discuten un programa de políticas específicas dirigidas a la agricultura familiar, con la intención de convertir a este sector en una parte vital de la solución a la pobreza rural y reducir la dependencia de importaciones de alimentos que sufren algunos países de la región.