Convenio de Rotterdam podría incluir tres nuevos productos en lista de sustancias bajo vigilancia

Convenio de Rotterdam podría incluir tres nuevos productos en lista de sustancias bajo vigilancia

Ministros y representantes de 120 países se reunirán la próxima semana en Roma para decidir sobre la inclusión de dos pesticidas (endosulfán y los compuestos de tributil estaño) y de un producto químico utilizado en la industria (el amianto crisotilo) en la lista de vigilancia para el comercio.

Estos productos se sumarían a las 39 sustancias peligrosas que integran actualmente la lista establecida por el Convenio de Rotterdam, un tratado internacional para evitar que los químicos peligrosos dañen la salud humana y el medio ambiente.

El director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, subrayó que la importancia que otorga el Convenio al comercio refleja la preocupación internacional por el impacto de los productos químicos y los pesticidas peligrosos en la salud humana y el medio ambiente.

El PNUMA comparte con la FAO la Secretaría del Convenio de Rotterdam.

La propuesta de incluir productos químicos en la lista se basa en las recomendaciones de un comité técnico de expertos. Un requisito clave es que al menos dos países de dos regiones diferentes del mundo hayan prohibido o limitado severamente el uso del producto químico en cuestión.

Los compuestos de tributil estaño son pesticidas usados en las pinturas antialgas en los cascos de los barcos y son tóxicos para los peces, moluscos y otros organismos acuáticos. La Organización Marítima Internacional (OMI) está en marcha para prohibir el uso de estos compuestos.

El endosulfán es un pesticida muy utilizado en todo el mundo, particularmente en la producción de algodón. Su uso entraña riesgos para el medio ambiente y la salud humana, en especial en los países en desarrollo, donde no se toman las medidas de precaución adecuadas.

El amianto crisotilo es el tipo de amianto más utilizado, y supone el 94% de la producción mundial. Se usa mucho en los materiales de construcción, como el cemento, tuberías y planchas, y en la fabricación de productos de fricción, juntas y papel.