El canciller nicaragüense, Samuel Santos López, sostuvo que las soluciones que se buscan para evitar el colapso del sistema financiero estadounidense deberían incluir medidas para proteger a los países pobres de una crisis que no les pertenece.
El ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua dijo a la Asamblea General de la ONU que los pronósticos del Banco Mundial auguran graves consecuencias para las naciones en desarrollo.
“Demandamos un mercado internacional justo y un comercio internacional justo, democrático y equitativo, que contribuya al fortalecimiento de la economía de nuestros países y nos permita alcanzar las metas y objetivos de desarrollo convenidos, y que logre evitar esa hoy criminalizada migración de parte de algunos países receptores de ella”, subrayó.
Santos López apoyó el complemento económico entre todos los países y la solidaridad de relaciones basadas en la responsabilidad compartida frente a los problemas y desafíos.