FAO auspicia debate sobre bioenergía y seguridad alimentaria de América Latina
Los biocombustibles líquidos como el etanol y el biodiesel son el segmento de mayor y más rápido crecimiento dentro del sector bioenergético.
La mayoría de los cultivos agrícolas utilizados actualmente en la producción de biocombustibles también pueden ser utilizados para la alimentación, lo que podría ocasionar repercusiones directas en la seguridad alimentaria.
La FAO señaló que la región de América Latina y el Caribe tiene un potencial de producción de biocombustibles, pero al mismo tiempo puede ver amenazada la seguridad alimentaria de su población.
Agregó que el rápido cambio tecnológico en el sector de la bioenergía dificulta prever sus impactos en la seguridad alimentaria y el medio ambiente.
“La intensidad de sus efectos positivos o negativos dependerá de la escala y velocidad del cambio, del tipo de sistema productivo que se considere, de la estructura de los mercados de productos y energía, y de las decisiones en materia de políticas agrícolas, energéticas, ambientales y comerciales”, señala el informe que la FAO presentará en el encuentro regional.
El documento también destaca los aspectos que la FAO considera más importantes en la definición de políticas relacionadas a los biocombustibles, que incluyen la atención al desarrollo territorial, las regulaciones necesarias, las consideraciones tecnológicas y las relaciones contractuales.
José Graziano da Silva, representante de la FAO para la región, consideró que América Latina aún está a tiempo de garantizar el desarrollo sostenible de los biocombustibles, con leyes y políticas claras que minimicen los riesgos y aprovechen las oportunidades.