Kosovo: Serbia afirma ante Consejo de Seguridad que deben continuar negociaciones

Kosovo: Serbia afirma ante Consejo de Seguridad que deben continuar negociaciones

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Serbia considera que aún hay espacio para negociar en el caso de Kosovo y la mayoría de los integrantes del Consejo de Seguridad están de acuerdo, afirmó hoy el ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Vuk Jeremic.

En declaraciones a la prensa luego de una sesión urgente a puerta cerrada del órgano de seguridad, el canciller serbio sostuvo que Kosovo no es un caso único de grupos independentistas basados en motivos étnicos.

Sin embargo, continuó, Jeremic, si el Consejo de Seguridad diera el visto bueno a una declaración unilateral de independencia, Kosovo se convertiría en el primer caso de secesión por causas étnicas respaldada por la ONU.

“Kosovo no es un caso único, no hay nada único en el intento de declarar una secesión por motivos étnicos. Hay muchos lugares en el mundo en los que hay movimientos étnicos con intenciones separatistas, pero de ser permitido, sería la primera vez que tales movimientos adquirieran el respaldo de los miembros clave del Consejo de Seguridad, aunque fueron minoría en el debate de hoy”,

En este sentido, instó a las Naciones Unidas a apoyar a Serbia, uno de sus Estados miembros, en los esfuerzos por destacar la ilegalidad de una proclamación unilateral de independencia y por defender la integridad de su territorio.

El ministro del Exterior insistió en que las negociaciones sobre el estatuto futuro de esa provincia serbia de mayoría albanesa han durado apenas 15 meses, por lo que no es posible declarar agotada la vía diplomática.

Tras subrayar que el diálogo es la única vía para encontrar una solución, aseguró que Serbia no usará la fuerza, pero advirtió que aplicará todas las medidas políticas, económicas y diplomáticas en caso de llegar a un punto de conflicto.

Por su parte, el presidente en turno del Consejo, el embajador de Panamá Ricardo Alberto Arias, afirmó que este órgano resolutivo de la ONU no tiene la capacidad para alcanzar más acuerdos sobre el estatuto futuro de Kosovo.

Indicó, asimismo, que en adelante las decisiones sobre el tema dependerán de los países, especialmente de los integrantes de la Unión Europea, que han aseverado repetidamente que Kosovo es un asunto europeo.

Los embajadores del Reino Unido y de Estados Unidos lamentaron que las partes no hayan logrado una solución negociada.

El representante británico, John Sawers, opinó que la situación de Kosovo es única debido a las circunstancias que pusieron a ese territorio bajo administración de la ONU y por el hecho de que haya un mandato obligatorio del Consejo Seguridad que exige un proceso político que conduzca a una resolución definitiva del estatuto de ese territorio.

Coincidió en esto el embajador alterno de Estados Unidos, Alejandro Wolff, quien sostuvo que las posiciones de las partes son irreconciliables en las cuestiones fundamentales.

A su vez, el embajador de Rusia, Vitaly Churkin, aseguró que en la reunión del Consejo, con excepción de los miembros europeos y a Estados Unidos, los demás Estados se manifestaron a favor de la continuación del diálogo entre kosovares y serbios.

“Explicamos por qué una declaración unilateral de independencia por parte de Pristina sería ilegal, por qué debería ser declarada nula e ilegal por las Naciones Unidas y por qué cualquier esfuerzo de la Unión Europea de desplegar su misión sin el consentimiento del Consejo de Seguridad no tendría sustento legal alguno”, declaró Churkin.

La Unión Europea tiene prevista una reunión para hablar sobre Kosovo el próximo lunes en Bruselas.

El año pasado, la ONU presentó un plan de su enviado especial para Kosovo, Martti Ahtisaari, en el que proponía la independencia de la provincia bajo supervisión internacional, pero fue rechazado por Serbia con el apoyo de Rusia.

A partir de entonces, las negociaciones estuvieron a cargo de la Troika –grupo formado por Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia–, que tras cuatro meses de mediación no logró ningún acuerdo.

Serbia ha reiterado repetidamente que no aceptará ninguna decisión unilateral, afirmando que sería una violación del derecho internacional.