Kosovo: Consejo de Seguridad suspende debate y no votará resolución sobre estatuto futuro
El Consejo de Seguridad de la ONU no votará una resolución para el estatuto futuro de Kosovo por considerar imposible alcanzar un consenso, según una declaración leída a la prensa por el embajador de Francia, Jean-Marc de la Sablière.
“Lamentamos que sea imposible lograr una resolución en el Consejo de Seguridad. Consecuentemente, suspenderemos las discusiones sobre el texto”, dijo el diplomático francés.
Tras una reunión cerrada para discutir una vez más la propuesta promovida por la Unión Europea y Estados Unidos, de la Sablière señaló que los patrocinadores de la resolución continuarán impulsando el plan de independencia bajo supervisión internacional para Kosovo mediante el Grupo de Contacto para la provincia (compuesto por el Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos y Rusia).
La propuesta tenía como base las recomendaciones del enviado especial de la ONU para Kosovo, Martti Ahtisaari, y, tras varias revisiones, fue incorporando las inquietudes de los integrantes del Consejo.
Sin embargo, Rusia, uno de los miembros permanentes con derecho de veto del órgano de seguridad, se opuso repetidamente a la adopción del documento.
De la Sablière recordó que, además de circular varios borradores con las sugerencias de los integrantes del Consejo, los promotores del texto incluyeron las observaciones de la misión del órgano de seguridad que viajó a la región.
Subrayó también que el Secretario General ha expresado su apoyo completo a la propuesta Ahtisaari y ha advertido que la actual situación de Kosovo es insostenible e implica serios riesgos para la región en su conjunto.
Por su parte, Guangya Wang, embajador de China y presidente en turno del Consejo, señaló que las partes interesadas, así como sus vecinos, deben continuar las negociaciones para llegar a una solución satisfactoria para todos puesto que la decisión sobre el estatuto final tendrá impacto no sólo en Kosovo y Serbia, sino en Europa en general.
El plan Ahtisaari fue aceptado por los albaneses kosovares y contó con amplio respaldo internacional, pero Serbia la rechazó y Rusia expresó desacuerdo desde el principio.
Kosovo es administrada por la ONU desde 1999, cuando las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) expulsaron al ejército yugoslavo en medio de una guerra étnica.