Alto Comisionado para Refugiados visitará Ecuador y Colombia

Alto Comisionado para Refugiados visitará Ecuador y Colombia

Indígenas desplazados
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), António Guterres, viajará a Ecuador y Colombia la semana entrante con el propósito de conocer mejor la situación de millones de colombianos que han debido huir de sus hogares a causa de la violencia.

Guterres comenzará su gira el lunes en Quito, donde mantendrá una serie de reuniones de alto nivel con funcionarios gubernamentales.

Más tarde, visitará la frontera ecuatoriana con Colombia, al norte del país, una región en la que se han asentado muchos refugiados que viven en comunidades remotas y pobres.

El martes por la noche, el Alto Comisionado se dirigirá a Colombia donde también se reunirá con altos funcionarios y luego conversará con los integrantes de las comunidades indígenas y afrocolombianas desplazadas.

El viernes próximo, Guterres dará en Bogotá una rueda de prensa para presentar los hallazgos y conclusiones de un estudio de su Oficina que evalúa los cambios de tendencia de los desplazamientos y la respuesta del gobierno colombiano a la crisis durante los últimos tres años.

Asimismo, declarará al 2007 como el “Año de Campaña por los Derechos de los Desplazados”, que intentará promover las garantías fundamentales de estas personas.

Según datos de la ONU, cerca de tres millones de personas se han desplazado en el territorio colombiano, cifra que representa casi el 8% de la población del país, convirtiéndolas en el principal grupo de víctimas del conflicto armado que ha afectado a Colombia durante varias décadas.

El fenómeno del desarraigo no se ha quedado dentro de las fronteras nacionales sino que se ha extendido a los países vecinos, especialmente a Ecuador, donde se han refugiado unos 250.000 colombianos en búsqueda de protección internacional.

El año pasado, un promedio de entre 600 y 700 colombianos solicitaron asilo en Ecuador cada mes, pero los números reales de refugiados podrían ser mucho más altas ya que muchas personas desconocen sus derechos y no se registran con las autoridades, explicó la Oficina del ACNUR.