Una de cada seis personas en el mundo sufre trastornos neurológicos, según OMS

Una de cada seis personas en el mundo sufre trastornos neurológicos, según OMS

Unos mil millones de personas, o uno de cada seis habitantes del mundo, sufren trastornos neurológicos que van desde la epilepsia, el Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares hasta el dolor de cabeza, indicó un informe divulgado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre estos trastornos figuran también los traumatismos craneoencefálicos, las infecciones neurológicas, la esclerosis múltiple, y la enfermedad de Parkinson.

El estudio afirma que en el mundo existen 50 millones de personas con epilepsia, y 24 millones con Alzheimer y otras demencias. Los trastornos neurológicos afectan a personas de todos los países, sin distinción de sexos, niveles de educación ni de ingresos.

Se estima que cada año se producen 6,8 millones de muertes a causa de los trastornos neurológicos. En Europa, por ejemplo, los costos provocados por las enfermedades neurológicas en 2004 se han cifrado en 139.000 millones de euros.

Muchas personas afectadas, o quienes los atienden, tienen dificultades para acceder a los cuidados apropiados. La OMS aboga por que la atención neurológica se integre a la atención primaria de salud de manera que los médicos puedan recurrir a intervenciones de baja tecnología y se desarrollen programas de rehabilitación de base comunitaria.

“Pese a que se dispone de tratamientos muy eficaces y baratos, hasta nueve de cada diez personas que sufren epilepsia no reciben cuidados en África. Es necesario reforzar los sistemas de salud para proporcionar mejor atención a las personas que sufren trastornos neurológicos”, dijo. Margaret Chan, directora general de la OMS.

Entre las razones de esa falta de atención se cuentan las deficiencias de los sistemas de atención de salud, la carencia de personal capacitado y de medicamentos esenciales, y la prevalencia de ciertas creencias y prácticas tradicionales.

En el informe se recomienda una serie de medidas, simples y eficaces, y se aboga por que aumente el compromiso de las instancias decisorias y la sensibilización social y profesional, se elaboren estrategias para afrontar la estigmatización y la discriminación, y se refuerce la creación de capacidad nacional y la colaboración internacional.