Burundi: UNICEF trabaja para prevenir brotes infecciosos entre víctimas de inundaciones
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) centra sus labores en Burundi en la prevención de enfermedades infecciosas mortales como la diarrea o el cólera, en vista de que las inundaciones y el hambre se han cobrado al vida de varios menores.
Además, las lluvias han dejado desamparadas a numerosas familias y muchos niños han dejado de asistir a la escuela.
“La gente está muriendo de una variedad de causas que van desde el robo de víveres hasta la intoxicación por ingerir raíces y hojas no comestibles. O, simplemente, se están muriendo de hambre”, señaló UNICEF en su informe más reciente sobre la situación de la población siniestrada en Burundi.
El organismo de la ONU agregó que también se han registrado muertes por ahogamiento. “Las mujeres venden su ropa y otras pertenencias para mantener vivos a los niños y algunas familias rematan sus tierras, viviendas e, incluso la leña”, apuntó.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha liderado a las agencias de la ONU y a las organizaciones no gubernamentales en los llamamientos a la comunidad internacional para asistir a dos millones de burundeses, cifra que representa un tercio de la población.
Las familias de las áreas afectadas no cuentan con reservas de comida y la mayoría sólo se alimenta una vez al día. Las cosechas plantadas en agosto se perdieron durante una temporada de sequía y cuando las lluvias comenzaron en septiembre inundaron las tierras que se habían vuelto a sembrar.
El oficial de comunicación de UNICEF en Burundi explicó que la mayoría de las familias perdieron de 50% a 60% de sus ingresos porque no pueden sembrar. “Sus parcelas fueron arrasadas, sus casas destruidas y algunas comunidades se han desplazado o intentan huir hacia la frontera con Tanzania”, dijo.
Según datos de la ONU, al menos 60% de los burundeses vive con menos de un dólar al día.