
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió hoy que a menos que el gobierno de Sudán desarme a las milicias en el oeste de Darfur continuarán la violencia contra civiles.
Cincuenta personas murieron y miles más tuvieron que desplazarse el 29 de octubre pasado, cuando esos grupos atacaron la zona de Jebel Moon.
Luoise Arbour señaló que las milicias armadas se han venido consolidando y están recibiendo armas.
Por otra parte, consideró alentador que el gobernador de Darfur occidental haya iniciado una investigación sobre los últimos ataques.
“Se necesita una investigación imparcial, transparente y oportuna para enviar el mensaje de que los ataques contra civiles son inaceptables”, afirmó la Alta Comisionada. “Observaremos la investigación de cerca y confiamos en que conduzca a impartir justicia”, concluyó Arbour.